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Bueno será que sepas una cosa, que sin duda no sabes, y es que las tortugas viven mil años: al menos las japonesas los viven. Urashima, que no lo ignoraba, dijo para : Un pez me sabrá tan bien para la comida y quizás mejor que la tortuga. ¿Para qué he de matar a este pobrecito animal y privarle de que viva aún novecientos noventa y nueve años? No, no quiero ser tan cruel.

Apenas se durmió, salió del seno de las olas una hermosa dama que entró en la barca y dijo: Yo soy la hija del dios del mar y vivo con mi padre en el Palacio del Dragón, allende los mares. No fue tortuga la que pescaste poco ha, y tan generosamente pusiste de nuevo en el agua en vez de matarla. Era yo misma, enviada por mi padre, el dios del mar, para ver si eras bueno o malo.

Seguro estoy de que mi madre aprobará lo que hago. Y en efecto, echó la tortuga de nuevo en la mar. Poco después aconteció que Urashima se quedó dormido en su barca. Era tiempo muy caluroso de verano, cuando casi nadie se resiste al medio día a echar una siesta.

Los reptiles son raros en Caupolican, y casi nunca hacen daño á los habitantes. Entre tanto, cada año se recogen allí en copiosa cantidad los huevos de tortuga de agua dulce , tan abundantes en las orillas del rio Beni. Hoy en dia pescan los indígenas á flechazos, ó valiéndose de una planta llamada manuno, cuyo jugo difundido en el agua, hace morir inmediatamente los pescados.

A la espalda, la cinta ancha y brillante del Magdalena, extendiéndose hasta donde la vista alcanzaba; al frente, una serie de montañas imponentes y sombrías. ¡Cuántas veces, al traspasar esos cerros monumentales y al aparecer a lo lejos otros más altos aún, miraba mi mula, cuyas orejas batían monótonas y cadenciosas; preguntándome si esa tortuga me llevaría a la región de las águilas!

Los huevos de tortuga que se encuentran sobre las orillas del Beni, darian, por medio de la preparacion empleada en las riberas del Orinoco, la excelente manteca de tortuga, uno de los elementos de la cocina de los indígenas.

El carey, del orden de los quelonios; tortuga de gran tamaño, apreciada por lo valioso del espaldar que lo cubre; éste es transparente, de color amarillo, jaspeado de otros más obscuros; su magnitud es grande, pues á veces tiene más de medio metro de largo.

Terminada la comida, el Capitán y el piloto encendieron sus pipas, dando en seguida la orden de marcha, que emprendieron al punto, sin abandonar la segunda tortuga, que debía constituir el alimento del siguiente día. Caminaron de prisa, pero con cautela, y a medio día llegaban al lugar de la orilla del río donde esperaban encontrar la chalupa.

El caso es... y se rascaba una oreja el señor conserje como no hay costumbre.... ¿Costumbre de qué? En fin, buscaré la llave. El conserje daba media vuelta y marchaba a paso de tortuga.

De aquí que V. anhele, como quien no dice nada, producir un diputado, y sobre todo un diputado que influya, que valga y que saque turrones. Yo, en cambio, lo confieso, tengo un ideal, que, al paso que vamos, no se realizará, si se realiza, hasta dentro de diez o doce siglos; pero, amigo, es menester ir encaminándose hacia él, aunque sea a paso de tortuga.