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Actualizado: 25 de julio de 2025
Un amago de sonrisa que plegaba sus labios pregonaba, no obstante, que la frase la había lisonjeado. Ramoncito volvió a sacar la conversación del teatro Real, la liebre que sale y se corre en todas las tertulias distinguidas de la corte. La ópera, para los abonados, no es un pasatiempo, sino una institución.
Hospitalidad. Recuerdos. Días tristes. Estadística. Comparación de razas. El patadeon. La línea curva. Mercado de Daraga. Vendedoras de sampaguitas. Tertulias al aire libre. La casa de Aramburo. La provincia de Albay se divide en cuatro distritos ó partidos llamados Iraya, Tabaco, Sorsogon y Catanduanes: el primero lo componen los pueblos de Cagsaua ó Daraga, pues con ambos nombres se le conoce.
La llevé a paseos y tertulias, la vestí y la adorné con los más elegantes trajes de moda, y procuré distraerla y alegrarla, pero todo fue en balde. Ella me confesó al cabo que tenía la más decidida vocación de abandonar el mundo y de entrar en el claustro.
En las tertulias de familias amigas se hablaba con escándalo de las calaveradas de Ramón; de una riña por cuestión de juego a la salida de un casino; de un padre y un hermano, gente ordinaria, de blusa, que juraban matarle si no se casaba con cierta muchacha a la que acompañaba de día al taller y de noche al baile.
Adiós. Adiós. Pasaron días, muchos días. Yo tan pronto deseaba volver a casa de Rumblar, como hacía intención de no poner más los pies en aquella casa, porque me repugnaban los artificios que hacían de las tertulias una completa representación de teatro.
Había que dejarse ver de las gentes, frecuentar las tertulias de Fornos, visitar algunas redacciones, callejear con ciertos amigos noctámbulos que podían ayudarle. El la amaba como siempre; pero se debía a la literatura y al público. Una noche asistió a un banquete en honor de un compañero que acababa de publicar un tomo de versos.
Una de las pocas, casi la única admiración que ya le quedaba a Tristán en literatura era la de Rojas, su maestro y protector. No asistía con puntualidad a sus tertulias nocturnas de los viernes, pero iba de vez en cuando. Y cuando tropezaba en la calle al célebre poeta, nunca dejaba de departir con él algunos instantes y solía acompañarle hasta el paraje adonde se dirigía.
Allí se ven durante todas las horas de las calurosas noches, alegres grupos y tertulias de ellos y ellas, y se escuchan cantos flamencos, notas de guitarras, repiqueteo de palillos, risas y vivos diálogos...
En el piso tercero y en los espacios que al modo de plazoletas cortan la longitud de los pasillos-calles, había también tertulias formadas de mozos de oficio, doncellas, barrenderos y gente que subía de Caballerizas.
Se habló luego de si Clotilde era o no era elegante. «Es cache» dijo Enriquito, que entiende mucho de modas. Todos los fragmentos de conversación que escuché eran parecidos. Los jóvenes se expresaban por medio de vocablos hípicos para significar cualidades morales y episodios de los saraos, tertulias y reuniones.
Palabra del Dia
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