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Estos escrúpulos y temores no se refieren a cosa alguna que pueda menoscabar los extraordinarios méritos de la que elegí por esposa; son cosa pura y exclusivamente mía. Ha llegado el momento de hablar con absoluta franqueza, y de no ocultar idea alguna por penosa que sea para .

Temía la primera entrevista, y no le faltaba razón. Doña Paula le recibió con marcada frialdad, y hasta en los criados halló una sombra de hostilidad que le hirió. Por otra parte, la idea de encontrarse con Cecilia le hacía temblar. Mas cuando se presentó Venturita en la sala, todos los temores y tristezas se desvanecieron.

Josefina entró en el cuarto de la duquesa resuelta a descubrir francamente la inclinación que hacia Félix sentía, pidiendo a su madre ayuda para que pudiese aquel hombre ir decorosamente a la casa; pero frente a Margarita la energía y la resolución dieron en tierra; rompió a llorar, y balbuceó entre temores lo que se había propuesto decir claro.

Hullin observaba a la anciana mujer, cuya mirada se animaba, y, a su pesar, sufría la influencia de los mismos temores. Oiga usted, Catalina dijo Juan Claudio de improviso , cuando habla usted de un modo razonable no seré yo el que la contradiga... Lo que dice usted ahora es posible... No lo creo, pero es preciso salir de dudas.

Quiso reclamar, pero fué inútil, y tuvo que retirarse á su pueblo, triste, avergonzado y lleno de dudas y temores. Pero al entrar en su casa, agitado por la zozobra y los remordimientos, vió en compañía de su madre á una persona desconocida que desde el primer momento le produjo una secreta impresión de alegría, imponiéndole, sin saber por qué, consuelo y esperanza.

Mis recelos y temores de que el secreto había sido obtenido por medios infames, han quedado, al fin, enteramente disipados; y la mancha que pesaba sobre la memoria de mi pobre padre ha desaparecido. ¿Y el misterio de su muerte? le dije, asombrado de esta notable revelación de estratagemas y de engaños. ¡Ah! suspiró, he cambiado de opinión.

Esa alegría repentina de Herminia es muy singular ... Tenía esta tarde una cara tan regocijada ... ¿No habrá recibido alguna advertencia ... alguna noticia?... Nada he observado, querida prima, que pueda justificar tus temores ... ¿Quieres que haga venir al guarda? Te lo agradeceré. Tengo inquietudes ... Me parece presentir la presencia de Roussel en estos alrededores.

Aquel caballero filósofo, que se había burlado siempre de los bajos temores, y para quien el riesgo diario de las aventuras había sido la mejor espuela del ánimo, humillaba ahora su frente, cargada de miedo, y temblaba de una nada, de una visión, de una sombra. El anochecer era la hora terrible.

Don Alejandro se reía de buena gana de estos temores de su hija, y la entretuvo mucho explicándole la verdadera substancia de aquellas cosas que la asustaban por no conocerlas tan bien como él.

Se cae de su peso que la literatura, reflejo de creencias, doctrinas, costumbres y leyes, aspiraciones, temores y esperanzas de cada época, varía tan a menudo como varían todas estas cosas en el seno de la sociedad humana.