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Actualizado: 3 de junio de 2025


Pero Vargas insistía, daba detalles, recitaba el texto de los telegramas... D. Francisco estuvo largo rato aturdido, como el que recibe un canto en la cabeza.

Durante la primavera y el verano reuníanse los Cuarenta y cinco en el vestíbulo de la sociedad y parte de la calle, sentados en sillones de junco, a esperar los telegramas de las corridas. Creían poco en las opiniones de la prensa; además, necesitaban conocer las noticias antes de que saliesen en los periódicos.

Melchor se repetía amorosamente las últimas palabras con que Clota le había despedido la noche antes, cuando con las manos fuertemente tomadas y los ojos lánguidos y firmes, puestos en los de él, le había dicho: Hazme telegramas, escríbeme, escríbeme todos los días, cuéntame todo lo que hagas, y cuando vayas en viaje, cuando estés lejos, piensa que... estoy contigo... contigo para siempre... ¡para siempre!

Todos los días se paseaba por el atrio del Casino esperando con impaciencia los grandes papeles con gruesos caracteres manuscritos que los empleados iban fijando en los tableros. El sólo buscaba en los últimos telegramas el principio de la ofensiva anunciada por los enemigos.

Luego al hotel, paso un momento al salón de lectura, tomo el Times para buscar si hay telegramas de Buenos Aires, leo la buena noticia de la organización definitiva de la compañía del ferrocarril Andino y me pongo de buen humor, pensando que en breve, la dulce y querida Mendoza estará ligada al Plata por la arteria de hierro.

Esta inexplicable conducta de los jefes americanos se hizo más evidente con los telegramas que el General Anderson en dicho dia 13, me dirigió desde Maytubig, rogando que ordenara á nuestras tropas no entrasen en Manila, petición, que fué denegada, toda vez que era contraria á lo pactado y á los altos fines del Gobierno revolucionario, que al tomarse el inmenso trabajo de sitiar Manila durante dos meses y medio, sacrificando miles de vidas y millones de intereses materiales, no podía ser, seguramente, con otro objeto más que con el de capturar Manila y la guarnición española que defendía con firmeza y tenacidad la plaza.

Palabra del Dia

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