United States or Hong Kong ? Vote for the TOP Country of the Week !


no necesitabas esforzarte, fingiendo la comedia del gran amor, para conseguir tus deseos: te esperaban anhelantes; te bastaba arrojar tu pañuelo de sultán... ¡Pero á !... Haz memoria, Miguel: de muchachos nos odiamos; después, cuando yo quise, no quisiste... ¡y ahora que ya empezamos á ser viejos!... ¡ahora que sólo poseo los restos de lo que fuí, que carezco de libertad, pues tengo... lo que sabes!

Soberano es el sultan, soberano es el emperador de Rusia, soberano es el rey de Prusia, soberano es el rey de Francia, soberana es la reina de Inglaterra, y no obstante en ninguno de estos casos, la soberanía expresa lo mismo. La definicion es la explicacion de la cosa.

Dígote, amable Abu-el-Casín exclamó alborozado el Sultán , que ese loco es lo más deliciosamente caprichoso que pueda idear la imaginación más chistosa; me declaro por su favorecedor, y de él espero el feliz desenlace de esta aventura.

Todo estaba a punto ya para la última ceremonia, y el Sultán dispuso que su hermosa novia subiese desde su morada en los palacios de Granada a los alcázares de la Alhambra, tres días antes de las bodas, que se fijaron para el hálid o plenilunio del mes de las flores.

Será algún gigante exclamó el Sultán , pesado como una montaña; ya comprendo el fundamento que tiene en su fantasía para presumir que puede ir hundiendo la tierra poco a poco...

Sus ojos se abrieron y su voz articuló algunos sonidos, pero éstos no fueron más que suspiros y sollozos, y aquéllos giraban desordenadamente, o se fijaban ni más ni menos que como pudieran estar los ojos de una estatua. El Sultán, traspasado de dolor, condujo al palacio a su desventurada esposa, llevando detrás de y a respetuosa distancia a toda la comitiva.

¿Qué era lo que cantabas en el Zuc de los benimerines? le dijo el Sultán. Y el loco, siempre con su oreja entre sus manos, y comenzando a bailar con el mayor desenfado, cantó: A la Sultana nadie la cura, si no es el rey de la locura.

Ejerciendo el cargo de Gobernador general D. Fernando de Silva, el astuto y valiente Sultán de Mindanao, Corralat, ofreció por medio de una embajada la libre entrada de los misioneros en sus Estados y lugar donde más conviniese para construír fortaleza y pueblo de cristianos.

Así como en Francia conoció la corte de Luis Felipe, así también en otro largo viaje, en que acompañó al Gran Duque por elección de éste, conoció también casi todas las cortes alemanas é italianas, y en Constantinopla, personalmente, al Gran Sultán. En el año de 1848 abandonó la ciudad de Francfort por haber cesado en su cargo.

Antes que me descubran y descapiroten, fuerza es que se apaguen todas esas luces. Abu-el-Casín así me ha hablado: cuando llegó a , hubo de echar al agua para apagarlos a los esclavos que él sabiamente convirtió en hachones encendidos. La obscuridad es lo que me conviene por ahora. Lo entiendo respondió el Sultán . Hágase como lo dices.