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Actualizado: 25 de noviembre de 2025
38 Los hijos de Benjamín por sus familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ahiram, la familia de los ahiramitas; 39 de Sufam, la familia de los sufamitas; de Hufam, la familia de los hufamitas. 43 Todas las familias de los suhamitas, por sus contados, sesenta y cuatro mil cuatrocientos.
El Rey no lo perdonaría nunca balbuceé. ¿Pero somos mujerzuelas o qué? ¿Quién se cuida de que el Rey perdone o no? Medité profundamente, y en la habitación no se oía otro rumor que el tic-tac del reloj, cuyo péndulo osciló cincuenta, sesenta, setenta veces; por fin mi rostro debió reflejar mis pensamientos, porque de repente el viejo Sarto asió mi mano y exclamó conmovido: ¿Irá usted?
Por lo pronto, este siglo XX empieza para los factores de milagros por fuerzas sobrenaturales con una disminución de sesenta millones de francos en la sola Francia, que fue siempre el granero principal del vicario de Dios en la tierra, y que hoy, sólo con cerrarle la bolsa del Estado, ha puesto a los cardenales a medio sueldo en Roma.
Moxos ha decaido constantemente, y en 1829 sus rentas no alcanzaban á veinte mil pesos, miéntras que en tiempo de los Jesuitas habian llegado hasta sesenta mil.
Fué ocasion esta victoria de que sucediese en Andrinopolis un caso lastimoso á los Catalanes que estaban presos desde la muerte de Roger, que llegaban al número de sesenta. Tuvieron aviso de la victoria de Apros, animarónse á intentar su libertad.
Como ya frisaba en sesenta años, aunque se conservaba muy bien, no tenía para qué reportarse, ni se reportaba y refrenaba en sus manifestaciones de cariño; de modo que recibió al Vizconde materialmente con los brazos abiertos. Sus salones estaban ya llenos de gente, pero no impidió esto que el Vizconde fuese por ella abrazado y casi besado.
Aquí y en Francia han sío siempre ciento diez y tres, ciento trece, ¡retiña! Sí; pero como esos tres son duros, y tres duros son sesenta riales, será la cuenta ciento diez, y sesenta, ciento setenta. ¿Y cuántos duros hacen? Media onza es lo mesmo que ciento sesenta riales, y éstos son ciento setenta; conque son, media onza y medio duro ... ocho duros y medio.
Usted conteste y no sea como los gallegos, que cuando se les hace una pregunta hacen otra. Puesto que está usted de derribo, ¿tiene cascote, sí o no? Sí que lo tengo... y pedernal magnífico. A sesenta reales el carro, todo lo que usted quiera. El cascote a ocho reales... ¡Ah, tonto de mí! Ya sé de qué se trata.
Pero describámosla. Era una mujer como de sesenta años, ó por mejor decir, una pelota con pies, cabeza y brazos: morena, encendida y basta, con la nariz gruesa, los labios gruesos, los ojos pequeños y colorados, el izquierdo bizco, y los escasos cabellos, rubios entrecanos.
25 Y de la ciudad tomó un eunuco que era capitán sobre los hombres de guerra, y siete hombres de los continuos del rey, que se hallaron en la ciudad; y al principal escribano de la guerra, que ponía por lista el pueblo de la tierra para la guerra; y sesenta hombres del vulgo de la tierra, que se hallaron dentro de la ciudad.
Palabra del Dia
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