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Actualizado: 27 de junio de 2025
Podrán decir que usted no viene a rezar el rosario conmigo; podrán creer que yo interesadamente alboroto a usted y le levanto de cascos, y podrán censurar que pudiendo ser yo nietecita de usted, tire a ser su novia y tal vez su amiga.
El invito del rey san Fernando luchando con moros, Sevilla ganó, con el mundo en la mano derecha y en la otra la espada y en la otra el pendón. Un devoto por ir al rosario por una ventana se quiso tirar, y la Virgen María le dice: Detente devoto, por la puerta sal.
Domingo han sido los principales propagadores de una devocion muy acepta á la Madre virginal de Jesucristo; y la huerta de su casa en Córdoba es todavía célebre por la planta que allí sembraban, de la cual recogian la frutilla redonda llamada lágrimas de Moisés, escelente para cuentas de rosario: hacíanlos en tan gran cantidad, que cargando con ellos un jumentillo, los iban repartiendo por los pueblos.
En la nave de la derecha y capilla del centro está SANTA ISABEL pintada al óleo en el nicho del retablo, cuya arquitectura y estilo es como el anterior con el aumento de una urnita que contiene el niño Jesus. El altar que sigue es de igual construccion y arquitectura, y en su centro se venera á la vírgen del Rosario pintada al oleo.
Divinidad vaga, de confusos mandamientos; pero cuyo solo nombre le hacía latir más ligero el corazón y le encendía puntilloso calor en el rostro. Su rosario, envuelto en la guarnición de la espada, golpeaba el metal con las cuentas. Esto que agora emprenderéis agregó el lectoral será en servicio de la santa Iglesia de Cristo.
Como decoración, me enamoraba aquel rosario de escalonadas montañas que de Este a Oeste por el Sur sirven de marco grandioso a la admirable bahía; ¡pero como tierras habitables!...
El día que tal hizo fuimos á la casa en que se hallaba, y la encontramos llorando, teniendo á la vista su carta con los cuatro picos quemados, una mortaja, un cordón, un rosario y cuatro velas amarillas.
Que las haga rezar cuanto quiera; por mí, hasta que chupen las cuentas del rosario, pero armar aquí peleas por defender a los curas trabucaires, malgastar dinero en novenas y desatender a papá por vestir al niño Jesús, lo que es eso... ¡de ningún modo!»
En aquella playa existió un magnífico astillero, en cuyos talleres se construyeron no pocos barcos de altura, y entre ellos la María Rosario, de imperecedera memoria para el autor de estas líneas.
Un mes ha empleado Nieves para bordar dos escudos a la chica de doña Rosario... Y más pesada que ella todavía es Martina... Nieves borda muy bien. No, como bordar no hay en la villa quien le ponga el pie delante a Martina... Tiene manos de oro. A mí me gustan más los bordados de Nieves.
Palabra del Dia
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