Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de mayo de 2025
Los cinco hermanos, revueltos en un tropel, siguen gritando en el centro de la estancia, y los brazos se levantan sobre las cabezas amenazadores y coléricos. DON FARRUQUI
Todos estos pensamientos incoherentes, revueltos, se agitaban de tal modo en la cabeza del cocinero mayor, que andaba maquinalmente sin ver por dónde iba. Cuando entró en palacio por la puerta de las Meninas, sintió que le tocaban en un hombro. Volvióse y se encontró delante de un viejo apergaminado. ¡Ah! ¡el rodrigón de doña Clara Soldevilla! exclamó.
Con el desdichado autor de quien nos venimos ocupando, tenía este hombre amistad antigua: ambos habían corrido juntos multitud de aventuras, y sin separarse navegaron por los revueltos golfos del periodismo hasta encallar en los arrecifes de una oficina, de donde no tardó en arrojarlos un cambio ministerial, y se embarcaron de nuevo en la prensa en busca de posición social.
Y allí, en el extremo de una larga mesa, con las mejillas abotagadas, los ojos ribeteados de rojo y afectados por el brillo vidrioso propio de los borrachos, los cabellos revueltos, la camisa sucia y las ropas en desorden, cubiertas de aristas de paja, restos sin duda del último lecho, estaba su hermano adorado, aquel que lo era todo para él y al que veía convertido entonces en un vicioso precoz, condenado a irremediable desgracia.
Y da brincos y vueltas de carnero, y salta en el colchón con los brazos levantados, para ver si alcanza a la mariposa azul que está pintada en el techo. Y se pone a nadar como en el baño; o a hacer como que cepilla la baranda de la cama, porque va a ser carpintero; o rueda por la cama hecho un carretel, con los rizos rubios revueltos con las medias coloradas.
Palabra del Dia
Otros Mirando