Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de mayo de 2025


Cuando anclaban en puertos de pesca abundante, acometía la magna obra de guisar un arroz abanda. Los marmitones llevaban á la mesa del capitán la olla donde habían hervido los pescados mantecosos, revueltos con langostas, almejas y toda clase de mariscos. El se reservaba el honor de ofrecer la gran fuente con su pirámide de arroz dorado y suelto.

Pero nada más. Sin embargo, el Rector del Seminario, hombre excesivamente timorato, según frase de la marquesa de Vegallana, no pasaba por aquellas mescolanzas de curas y mujeres paseando todos revueltos, en un recinto que no tenía un tiro de piedra de largo, y que tendría cinco varas escasas de ancho.

Todos los individuos de este cuerpo que conocían a Guillermina, la obedecían como al mismo gobernador. Total, que el piano tuvo que salir pitando, y sus arpegios y trinos se oían después perdidos y revueltos, como si alguien estuviera barriendo sus notas por la calle de Toledo abajo. Llegó el momento hermoso y solemne.

Sus huesos se pulverizaban revueltos con los de los sacristanes y antiguos vecinos del barrio; pero era indiscutible que allí habían dado tierra a su cadáver, y esto bastaba para Fernando. Y desconociendo la personalidad del convento y de sus habitantes femeninos, la campana de las pobres monjas era siempre para los dos amantes «la campana de don Miguel».

Mesas derribadas, sillas desvencijadas, botines solitarios en medio del cuarto y en los rincones, sobre los revueltos lechos, los combatientes inertes, exhaustos. El cuarto diplomático había sido respetado, y ganamos nuestras camas con la sensación deliciosa del peligro evitado.

El gran pórtico del Mediodía, que es el que vemos, está coronado por hermosos frontones triangulares, y adornado de un bajo relieve de 35 á 40 metros de anchura, sobre 7 ú 8 de altura, en el cual se ve á Santa Magdalena echada á los piés del Salvador, teniendo á su derecha la fe, la esperanza y la caridad, y á su izquierda, casi revueltos y confundidos, los siete pecados capitales.

Tristán hizo que se trajeran tres rifles más para Old Sam, Allen y el joven grumete, y, a la luz de una literna que llevaba Tommy, nos lanzamos los nueve a pacificar el barco. Toda la parte de la cubierta entre el alcázar de popa y el castillo de proa estaba llena de celestes, revueltos unos con otros.

¡Cómo duerme! ¡Chist!... ¡Silencio! no se despierte mi niño. ¡Qué hermoso está! Se sonríe con un gesto tan tranquilo... Revueltos sobre la frente de su cabello los rizos, descubierta la garganta, cuyo cútis cristalino dibujan de azul las venas y hacen mover los latidos, su blanca manita oculta por el redondo carrillo... todo en él es inocencia, parece un ángel bendito.

No aprobó Benina el cambio de domicilio, porque allí, según había oído, vivían en grande estrechez e incomodidad los pobres, amontonados y revueltos en cuartuchos indecentes; pero él insistió, dolorido y melancólico, asegurando que quería estar mal, hacer penitencia, pasarse los días yorando, yorando, hasta conseguir que Adonai ablandase el corazón de la mujer amada.

En el centro había una gran mesa, también llena de libros, y además libros por todas partes: en el suelo, encima de las sillas y amontonados en los rincones, todos revueltos como en casa donde anduvieran de mudanza.

Palabra del Dia

ciencuenta

Otros Mirando