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Actualizado: 9 de mayo de 2025


El dos de espadas al revés, que viene luego, te anuncia que debes librarte de amigos falsos y traidores; que te levantarán un testimonio y te costará mucho trabajo poner en claro tu inocencia.

Convenimos en que en religión, por razones largas de exponer aquí, resalta más lo absurdo de tomar al revés estos caminos; convenimos en que cabe en poesía lo alegórico, como gala de imaginación, como juego ingenioso, y hasta como medio gráfico de que hagan las verdades más impresión en el ánimo, y hasta como recurso mnemotécnico para que duren con más persistencia y distinción en la memoria.

Desde las primeras horas de la mañana el mundo había cambiado su curso: todas las cosas parecían al revés. ¡Ay, la guerra!... En el resto de la tarde y una parte de la noche fué recibiendo el propietario las noticias que le traía el conserje después de sus visitas al castillo. El general y numerosos oficiales ocupaban las habitaciones.

El nuevo aperador reía a solas las fanfarronadas de su amo, más atento a recomendarle la dureza y que «metiese en cintura» a los holgazanes que trabajaban sus campos, que a enterarse de las operaciones agrícolas, echando la culpa de las malas cosechas a los gañanes, una canalla que no quería trabajar y deseaba que los amos se convirtiesen en criados, como si el mundo pudiera volverse del revés.

Pero de repente, sin saber cómo ni por qué, todo se le volvía del revés allá en las cavidades desconocidas de su espíritu, y la conciencia se le presentaba limpia, clara y firme. Juzgábase entonces sin culpa alguna, inocente de todo el mal causado, como el que obra a impulsos de un mandato extraño y superior. «Si yo no soy mala pensaba . ¿Qué tengo yo de malo aquí entre ? Pues nada».

Entre el algecireño y la chiquilla la vistieron de mala manera, y con la prisa le ponían la ropa del revés. La señora se impacientaba, llamándoles torpes y dando pataditas.

Aquélla de los aires puros... ¡Lo que yo la he ventoleado! Vamos, señor don Alejandro: hoy no da usted pie con bola, y todo lo mira del revés. ¡Decir que le ha fallado la máxima cuando acaba de cumplírsele al pie de la letra! ¿Qué pensamientos más nobles ni mejor colocados quiere usted en una mujer, que los que han infundido en Nieves los aires de Villavieja? Pero no son los que traía de Sevilla.

La sierpe con la cola revolviendo, Al buen Capitan diera muy airada Un golpe tan terrible, que cayendo Venia el Capitan, y con la espada, En el suelo se tuvo, y acudiendo Con una venturosa cuchillada, Tal golpe de reves d

Tal vez otros descubridores del Mar Tenebroso sufrieron este revés del destino luego de reconocer las tierras nuevas. ¡Morir con el secreto!... Y Colón escribe en varios pergaminos la reseña de su descubrimiento, los mete en toneles y arroja éstos a las olas, sin que los marineros sospechen lo que encierran, pues creen que se trata de un acto de devoción para apaciguar a los elementos.

Sin duda se nota también esta tendencia en la historia anterior del teatro; pero composiciones más nobles la obscurecían y la dejaban en último término, al revés de lo que sucede en este período, en el cual es predominante.

Palabra del Dia

hociquea

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