Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de mayo de 2025
El problema que quedaba por resolver dijo Maxi acercándose a su tía y dando castañetazos con los dedos , era el de la emanación de las almas. ¿De dónde emana el alma? ¿Es parte de la sustancia divina, que se encarna con la vida y se desencarna con la muerte para volver a su origen?... ¿o es una creación accidental hecha por Dios, subsistiendo siempre impersonal? Aquí estaba el intríngulis.
La sola razon no es capaz de resolver semejantes cuestiones. ¡Y qué sabemos nosotros, pobres gusanos que nos arrastramos un momento sobre ese pequeño monton de polvo, que apellidamos globo de la tierra! La union que nosotros hacemos de la idea de número con la de negacion absoluta de límite, ¿entraña alguna contradiccion que impida la realizacion del concepto?
Para calmarse trató de resolver la manera cómo debería conducirse con Juan; pero en vano se esforzaba en seguir el curso de sus reflexiones; su pensamiento volvía con desesperante obstinación sobre su extraordinario descubrimiento. ¿Podía nunca haberse imaginado que aquel Juan que conocía voluntarioso y brusco fuese capaz de amar con una reserva tan llena de desesperación? ¡Cuánta razón había tenido para alejarse!
La cuestión que se había de resolver, para saber cuales son las dimensiones del globo terrestre, era medir la longitud de uno de los mencionados círculos, por ejemplo, de uno de los meridianos. Esta operación es mucho más complicada de lo que se puede imaginar.
Adivinaba la profundidad de la sima y los horrores que ocultaba, pero no podía romper las tinieblas de que estaba llena. Entonces pensó que su empeño era cuestión de tiempo. "No puedo pretender," se decía, "resolver de golpe un problema tan arduo y tan complicado y que han estudiado ya de buena fe jueces competentes y sabios, sin encontrar la solución.
Pensadores como López, como Ibarra, como Facundo, ¿eran los que con sus estudios históricos, sociales, geográficos, filosóficos, legales, iban a resolver el problema de la conveniente organización de un Estado? ¡Eh!... Dejemos esas torpezas a don Juan Manuel Rosas, que sabe que, clavando a los hombres un trapo colorado en el pecho, las cuestiones están resueltas.
Mientras Teresina estuvo en el despacho, el Magistral la siguió impaciente con la mirada, algo fruncido el entrecejo, como esperando que se fuera para seguir trabajando o meditando. Hasta que tuvo el café delante no recordó que él solía decir misa; que era un señor cura. ¿La tenía? ¿Había prometido decirla? No pudo resolver sus dudas. Pero la seguridad con que Teresa procedía le tranquilizó.
Aparte la impresión de apacible melancolía que aquella estancia causaba, lo más chocante de ella era la multitud de libros esparcidos por todos lados. Parecía que el dueño de aquel cuarto trataba de resolver un problema, y que en alguna de sus infinitas páginas esperaba encontrar la solución. No había fase ni aspecto del espíritu humano que no estuviese representado allí.
Muy quedito, como quien se confiesa, empezaron a debatir y resolver estos pormenores. Otro rayo de sol entreabría las nubes, y los santos, en sus hornacinas, parecían sonreír benévolamente al grupo del banquillo.
En fin, concluyó por resolver que él era un bárbaro incapaz de sacramentos ni de entender los misterios adorables que puede encerrar un corazón consagrado a Dios, y María una santa que le había sufrido con demasiada paciencia.
Palabra del Dia
Otros Mirando