United States or Iceland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Primero, el petiso de los mandados maceta y mosqueador que buscando verse libre de las sabandijas u obedeciendo a la costumbre de evitarlas, había ido retrocediendo hasta apartarse del grupo, y sembrando el trayecto recorrido con las pilchas del muchacho a cuyo servicio lo había condenado la suerte, que nunca le fue propicia; luego los mancarrones de algunos gauchos pobres y de los viejos vagos del pago, con sus aperos formados con prendas de procedencia diversa y de más diversa fabricación, con sus riendas peludas y anudadas y con sus cinchas enflaquecidas de puro dar tientos para remiendos; y, finalmente, algunos redomones bravíos, que al sentirme llegar yerguen las orejas, relinchan y se agitan, indicándome que ya hay mocetones que me harán competencia en el corazón de las dueñas de esos otros pingos, cuidados y lustrosos, tusados con coquetería, y cuya crin ha servido para dibujar ya un arco atrevido, ya una guarda griega caprichosa, y que lucen bozales tan primorosos y cabestros tan llenos nos de bordados y de adornos.

Mil ecos fragorosos Producen los aceros, Los potros ardorosos Relinchan altaneros, Y en masas apiñadas De sombras laureadas Se forma una legion. Descance con mi plectro Mi cítara de acero, Desfile cada espectro Con ademan severo, Al son de los clarines Que llenan los confines Con son atronador!

Vamos, esto me enajena. ¿No oyes cómo crujen las armas, cómo relinchan los caballos y cómo blasfeman los combatientes, encendidos en marcial coraje? ¡Gloriosa muerte la de los unos, y gloriosísima victoria la de los otros

Los caballos, asustados, huyen arrastrando las riendas, y allá lejos, en medio de los caminos, relinchan. Manuel Tovío, Manuel Fonseca, Ramiro de Bealo y el menor de sus hijos acosan en cerco a Don Gonzalo y Don Rosendo. De pronto, entre el restallar de las picas sobre los cráneos y el cóncavo tundir de los puños contra los pechos, se levanta, como el claro canto de un gallo el grito de Don Manro.

Ya se ve como una fantasmagoría la mole romántica de un castillo aristocrático; ya la alegre fachada de una quinta primorosa encuadrada entre jardines, pequeños bosques é invernáculos; ora el campo cultivado con admirable esmero, surcado por canales de irrigacion mas ó ménos considerables ó de pequeña navegacion; ora el prado en que saltan y relinchan los bellos potros ingleses, ó balan en tropel las blanquísimas y corpulentas ovejas; tan presto un tunnel elegante en sus formas y cuyas tinieblas hacen extraño contraste con la escena anterior; y luego, al salir de la caverna artificíal, un vasto parque poblado de pinos y otros árboles de vegetacion permanente, cuyos negros follajes sacudidos por la brisa los hacen parecer de léjos fantasmas que bailan entrelazados sobre vastos salones tapizados de nieve y bajo una inmensa cúpula de niebla.