United States or Australia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Llegó el dia señalado para la entrada, lunes 20 de febrero: ya el viernes antes habia hecho la suya el cardenal Espinosa con muy solemne recibimiento.

Como aún no habían encendido la luz del recibimiento, sólo columbró un bulto, una sobra y pudo oír dos o tres palabras que se dijeron, al despedirse, Jacinta y la rata eclesiástica. Esta fue entonces al cuarto de su sobrino, y hallole dando vueltas en él. «¿Qué tal te encuentras, catecúmenole dijo con mucho cariño. Regular, casi bien... Espero dormir esta noche. Recógete temprano.

Con la muerte que no hay arreglo posible... Además, ¡quién sabe!... Tal vez no te equivocas en lo que se refiere á tu mujer, y ella pueda llegar á influir en el arreglo de tu situación. Cosas más difíciles se han visto. Al salir de la biblioteca encontró Robledo á varias personas sentadas en el recibimiento y aguardando pacientemente.

Las palomas ni por un instante soñaron con acercarse a él; ninguna intentó siquiera ponerse sobre la tabla que, a guisa de recibimiento, tenía delante. El día era demasiado espléndido para meterse en casa; un día tibio y claro de primavera en Castilla. Por el ventanillo del palomar, con toda precaución y cuidado, asomó el rostro un hombre; un rostro atezado, varonil, de bigote gris.

Luciana, envuelta en un abrigo obscuro cuyo capuchón le velaba en parte la cara, estaba hablando, en un rincón del recibimiento, con Lautrec, en voz baja y animada. Su madre, pronta a salir, la llamó, y le decir: ¡Oh! eso, señor Lautrec, nunca... nunca más. Y se separó de él. Adiós, entonces... por mucho tiempo. Dióle Lautrec la mano, y Luciana dejó caer en ella la suya como a su pesar.

Este contraste entre el pasado y el presente halagaba su amor propio, aunque allá en el fondo del pensamiento le escarabajease la sospecha de que en la preparación del recibimiento habían entrado por mucho las ambiciones de su madre y la fidelidad de don Andrés con todos los amigos unidos a la grandeza de los Brull, caciques y señores del distrito.

De pronto, al llegar al recibimiento, echó a correr hacia su cuarto, y pocos momentos después bajó al portal por la escalera de servicio, llevando una cesta cuyo contenido ocultaba cuidadosamente. A la noche, terminada la comida, el general quiso ver de nuevo el nacimiento por gozar con la alegría del niño. La decepción fue horrible.

Los trabajadores europeos le miraron con curiosidad, repitiendo su nombre, y las mestizas fueron hacia él, sonriendo como esclavas. Manos Duras acogió este recibimiento con cierta altivez. Una de las mujeres se apresuró á ofrecerle un asiento de honor, y trajo otro cráneo de caballo. Se acomodó el terrible gaucho en él, teniendo en torno á los demás parroquianos sentados en el suelo.

El odioso enano, su director, tampoco. Comenzaron para días venturosos. El palacio de Padul se me abría a todas horas y siempre hallaba en él grato recibimiento. Se me consideraba ya como de la familia. Gloria, que se había puesto de un humor delicioso y hasta creo que engordó en pocos días, gozaba en hacer jugarretas a todo el mundo, pero muy particularmente a .

Sale y deja a la señorita Dora en este recibimiento, que adornan unas acuarelas pobremente enmarcadas y unos grabados extraños.