Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 17 de mayo de 2025


A pesar de los mil murmullos y gritos de tan gran número de gentes, que reían, chillaban, hablaban o disputaban, el majestuoso sonido del órgano y el canto sagrado de los frailes, repercutiendo en las altas bóvedas del templo, salía a veces de él y se difundía en ráfagas sonoras sobre los asistentes que se hallaban más cerca.

Debilitado por su larga permanencia en el lecho y por la sangre perdida, aspiraba el tibio ambiente de la mañana luminosa, cortado por las ráfagas que venían de la costa. Margalida, luego de contemplar a Jaime con sus ojos amorosos que aún guardaban cierta timidez, volvió al interior de la alquería para preparar el desayuno. Quedaron los dos hombres en largo silencio.

Ahora, la parda estepa, al salir de las brumas algodonosas del amanecer, palpitaba con nueva vida. Miles y miles de hombres estaban acampados en torno de la ciudad. Había nuevas poblaciones hechas de lona, calles rectangulares de tiendas, ciudades de barracas de madera, construcciones enormes como iglesias, cuyas paredes de lienzo temblaban bajo las ráfagas.

Las columnas fueron pintadas de blanco con ráfagas de rosa y verde, destinadas á hacer creer que eran de jaspe. En los dos testeros próximos á la entrada, se colocaron espejos como de á vara; pero no enterizos, sino formados por dos trozos de cristal unidos por una barra de hojalata.

Tenebroso era el bosque que les rodeaba, y las ramas de los árboles crujían agitadas por ráfagas violentas, mientras un solemne y añoso árbol se quejaba lastimosamente como si refiriese á otro árbol la triste historia de la pareja que allí se había sentado, ó estuviera anunciando males futuros.

Pero el cachaco se va; ya los de la generación actual reconocen estar muy lejos de la cachaquería clásica del tiempo de sus padres, pero se consuelan pensando en que las generaciones que vienen tras ellos, valen mucho menos. La vida social no es muy activa respecto a fiestas. Viene por ráfagas.

Por aquella dirección soplaban de vez en cuando ráfagas de aire caliente, que procedían, sin duda, de las caldeadas regiones de Australia, tal vez de aquel gran desierto de piedra que ocupa gran parte de ese enorme continente. El mar comenzaba también a agitarse. Las olas iban tomando un tinte amarillento rojizo y se cubrían de espuma.

De repente, cuando el sol era mas punzante y el calor mas fuerte, apesar de la ascencion hácia cimas elevadas, el aire nos trajo ráfagas amenazantes, el cielo se anubló, y todo cambió de aspecto con la prontitud con que en un teatro se cambia una decoracion.

Seguíalos grave y mesuradamente un anciano, cruzados los brazos sobre el pecho a la manera de los orientales, precedido por un muchacho que agitaba de cuando en cuando una campanilla. Se oía por intervalos, y a pesar de las ráfagas del huracán, la voz tranquila y sonora del anciano, que decía: Miserere mei Deus, secundum magnam misericordian tuam.

La vanidad aumentó la turbación en que el bueno de Izquierdo estaba. Presunciones de gloria le pasaron con ráfagas de hoguera por la frente... Entrevió un porvenir brillante... ¡

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando