Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de julio de 2025
¿Qué forastero prosiguió , no se ha enamorado de ti, de cuantos han venido a Villafría, jóvenes, libres y en estado de merecer? Prepara, pues, el almíbar con que sueles propinar las calabazas, si es que también piensas dárselas a éste. Pero, ¿quién sabe? El pretendiente, que ya columbro, no es rústico, ni lugareño, como los que has tenido hasta ahora.
Desde este momento mi cerebro se despeja, póngome alegre y sonriente, la preocupación desaparece y me encuentro libre... ¡Dichosa sensación!... Ya no hay pretendiente, ni estudio, ni cuidado, ni veo en el señor Desmaroy más que un aficionado a antigüedades... Mi buena querida abuela está encantada viendo aquel cambio repentino y la visita se acaba con todas las apariencias de un acuerdo cordial.
Y en cuanto al pretendiente, dijo lo mismo. Y repreguntando por el oficio de pintor dijo, que en todo el tiempo que le ha conocido, ni antes sabe, ni ha oído decir que lo ha tenido por oficio, ni tenido tienda, ni aparador, ni vendido pinturas; que sólo lo ha ejecutado por gusto suyo y obediencia de S. M., para adorno de su Real Palacio, donde tiene oficios honrosos, como son el de Aposentador mayor y Ayuda de Cámara, y que esto es la verdad por el juramento que tiene hecho.
En las universidades se empieza á vivir muy pronto, y se vive muy de prisa. ¡Ah! ¡los estudiantes! ¡dicen que los estudiantes son muy embusteros! No sé qué puedan diferenciarse en esto de los otros hombres. Tenéis razón; pero tienen también una fama tal los estudiantes... Injusticias, envidias... además, si fuí estudiante, ya no lo soy. ¿Pues qué sois ahora? Pretendiente. ¿Y qué pretendéis?
¿No fué así, catedrático?... Aquí no veo mas que un pretendiente, pero este Ulises le jura que lo colgará de la misma parte si vuelve á encontrarlo en su casa. Huyó don Pedro. Juzgaba muy interesantes á los rudos héroes de la Odisea, pero en verso y sobre el papel. En la realidad le parecían unos brutos peligrosos.
Verdad es que el célebre guerrillero Zumalacárregui y los demas jefes del movimiento eran absolutamente carlistas, y querian por lo mismo la conservacion del antiguo régimen. Pero no sucedía lo mismo en cuanto á las poblaciones. Para ellas la cuestion era principalmente social, aunque influia en su opinion un cierto espíritu de amor á las tradiciones, favorable al pretendiente Don Cárlos.
En casa de la Sarcicourt, absolutamente nada... Me resigné fácilmente a pensar que el pretendiente porque debía de haberlo había llegado tarde al tren. Otro día será pensé con alguna angustia ante la idea de volver a empezar las fases de mi atavío de conquista. La abuela se encargó de desengañarme con una pregunta tan brusca como imprevista. ¿Qué te parece el señor de Baurepois, Magdalena?
Es evidente que, siendo ella así, no había carecido de novios, entre los señores de su clase; pero, como era tan descontentadiza y dificultosa de gusto, ningún pretendiente le agradaba ni le satisfacía. Uno le parecía tonto, otro ordinario, otro feo y otro vulgar. En suma, ninguno la enamoró, y, repugnando casarse por casarse, sin estar enamorada, permaneció soltera.
Vayan al diablo el Señor y los Reverendos Padres refunfuñó Zalacaín . La verdad es que este rey es un rey ridículo. Esperó Martín a que despachara el Señor con los Reverendos, hasta que el rozagante Borbón, con su aire de hombre bien cebado, salió de la ermita, rodeado de su Estado Mayor. Junto al Pretendiente iba una mujer a caballo, que Martín supuso sería doña Blanca. Ahí está el Rey.
El payés de Can Mallorquí, al reconocer al señor, hizo un gesto de asombro. «¡Allí él esperando con los otros, como un simple pretendiente, sin atreverse a entrar en una casa que era suya!...» Febrer contestó con un encogimiento de hombros. Quería hacer lo mismo que los demás. Se imaginaba que de este modo le sería más fácil conseguir sus deseos.
Palabra del Dia
Otros Mirando