Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 9 de septiembre de 2025


Ana, sin dar tiempo a don Álvaro para buscar buena embocadura a la conversación, dejó caer sobre la prosaica imaginación del petimetre, el chorro abundante de poesía que había bebido en el poema gallardo, fresco, exuberante de hermosura y color del maestro Zorrilla.

El extraordinario Byron, el bardo atrevido inspirado por la terrible musa del resentimiento y del orgullo herido, escribió, según cuentan, en dos dias, detenido en Ouchy, su magnífico poema del «Prisionero de Chillón

EL FAUSTO es una obra dramática, y la primera parte, con el arreglo indispensable para la escena, se representa en los teatros alemanes; pero, así dicha primera parte aislada, como el conjunto que de ambas tragedias o partes resulta, aspiran a tener muy superior importancia. No basta para calificar el todo afirmar que es un poema. Toda narración o acción escrita en verso es poema también.

El manzanillo es aquel mismo árbol de la India cuya influencia mortal es el tema de más de una leyenda poética de Oriente. Su más popular reflejo en el mundo europeo es el disparatado poema de Scribe, que Meyerbeer ha fijado para siempre en la memoria de los hombres, adornándolo con el lujo de su inspiración poderosa.

En la epopeya y en el drama se concibe esto con toda claridad. Tiranos, refinados traidores, monstruos de iniquidad podrán aparecer en el drama o en el poema épico, pero en el pecado llevarán la penitencia, y la reprobación universal será su castigo.

Cuando, dos horas más tarde, entramos en demanda de nuestros lechos, los campos de la Moskowa, de Eylau o de Sedán, eran idilios al lado del cuadro que se nos ofreció a la vista. Aún recuerdo una almohada que era un poema.

Colon., 1690: folio, parte I, pág. 274, y Acta sanctorum sept., tomo VII, págs. 195 y siguientes: Antuerp., 1760; y acerca de la relación de este drama con la tradición de Fausto á Koberlstein, De la edad probable y de la significación del poema de la guerra de Wartburg: Naumburg, 1823, págs. 55-58, y á Rosenkranz, sobre la tragedia de Calderón El mágico prodigioso: Halle, 1829. El Sr.

En aquel momento su madre empezó a hablar para hacerle reproches, en una letanía lamentable. Estaba inmóvil, con las manos entrelazadas y los ojos aflijidos y fijos. La luz del crepúsculo esfumaba su cara y su pelo en una tonalidad rojiza. Adriana la escuchaba como entre sueños; y perdida en la remota nostalgia se repetía las palabras dolientes del poema.

Hace dos mil quinientos años era ya famoso en Grecia el poema de la Ilíada. Unos dicen que lo compuso Homero, el poeta ciego de la barba de rizos, que andaba de pueblo en pueblo cantando sus versos al compás de la lira, como hacían los aedas de entonces. Otros dicen que no hubo Homero, sino que el poema lo fueron componiendo diferentes cantores.

No estaba en Vetusta, no podía estar en aquel pobre rincón la realidad del sueño, el héroe del poema, que primero se había llamado Germán, después San Agustín, obispo de Hiponax, después Chateaubriand y después con cien nombres, todo grandeza, esplendor, dulzura delicada, rara y escogida...». «Y ahora estaba casada.

Palabra del Dia

acatasen

Otros Mirando