Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de mayo de 2025
Si hay entre ellas frutas podridas, no lo están todas, por fortuna, y las hay sanas y agradables de saborear en las relaciones cotidianas... Los pensamientos se agolpaban en mi pobre cerebro y me hacían sufrir.
La segur más grácil, para cuando quiera cercenar un lauro o una flor de amor, para el santo muérdago de la vida íntima y para el ensueño de mi corazón; y la más robusta, para las podridas ramas que del árbol la ignominia son; para las raíces de la mala yerba que la gloria roban de la mies en flor, y para los cuellos del halcón y el lobo y el áspid traidor. Mayo, 1914.
¡Desvergonzado! ¡Puerco! ¡Eso te enseñan en el seminario, gran tuno! ¡Malos diablos te lleven a ti y a todos los capellanes! ¡Ven acá, ven otra vez y verás cómo te arranco esas narizotas podridas!
Causábanle náuseas los carros repletos del estiércol recogido en los puntos de venta: hortalizas pisoteadas, frutas podridas, todo el fermento de un mercado en el que siempre hay sol. Vamos a la acera dijo a sus criados . Compraremos primero las verduras.
La relación del viaje de Jaime Rasquín al Río de la Plata consigna que se distribuía el agua por ración de medio cuartillo escaso cada día. En la expedición de Mendaña «la ración que se daba era media libra de harina de que sin cernir hacían unas tortillas amasadas con agua del mar y asadas en las brasas, con medio cuartillo de agua lleno de podridas cucarachas.
Aquí funda usted una pequeña familia cuatrocientos o quinientos mil hijos , y la saca usted adelante sin el menor contratiempo. Lleva usted sus chicos a la escuela, al teatro y al cine, y es un gusto ver cómo se instruyen y se divierten. La alimentación es magnífica. ¡Qué carnes tan podridas! ¡Qué leche tan adulterada!...
Sólo te quería decir que ya que no me acabes el piso, me des siquiera unas vigas viejas que tienes en tu solar de la calle de Relatores... Ayer fui a verlas. Si me las das, yo las mandaré aserrar... Vaya por las vigas, que no son viejas. ¡Si están medio podridas! ¡Qué han de estar!
La gratitud de las dos dignísimas cuanto infelices damas era extraordinaria. Doña Salomé bajó de punta en blanco a dar las gracias al generoso dueño de la casa. Presentose envuelta en ajadísimos tafetanes, adornada de podridas pieles y plumas pulverulentas.
A la hora de mediodia se presentó el ermitaño á la puerta de una casuca muy mezquina, donde vivia un rico avariento, y pidió que le hospedaran por pocas lloras. Recibióle con áspero rostro un criado viejo mal vestido, y llevó á Zadig con el ermitaño á la caballeriza, donde les sirviéron unas aceytunas podridas, un poco de pan bazo, y de vino avinagrado.
Palabra del Dia
Otros Mirando