Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de mayo de 2025
Expondré aquí, en pocas palabras, cómo concierto yo la modestia con la alegría y el desenfado. Mi modestia ha consistido en no desear ni aspirar a hacerme conocida, celebrada y famosa.
Nunca he acertado a leer los libros de Pereda con la impasibilidad crítica con que leo otros libros. Son algo tan de nuestra tierra y de nuestra vida, como la brisa de nuestras costas o el maíz de nuestras mieses. Pocas veces un modo de ser provincial ha llegado a traducirse con tanta energía en forma de arte.
Madó Antonia le había contado también este milagro, pero en versos mallorquines, en un sencillo romance que respiraba la cándida credulidad de los siglos aficionados a lo maravilloso. El santo, embarcado en su manto, ponía el bordón por mástil y el capuchón por vela. Un viento de Dios soplaba sobre la extraña nave, y en pocas horas, el siervo del Señor iba de Mallorca a Barcelona.
Débiles fuímos, nos hiciste fuertes, y combatimos como bravos leones... ¿Como olvidarte en el camino incierto si tu ejemplo fulgura en la conciencia? ¿Si en batalla campal caíste muerto por conquistar la patria independencia? ¡Surge triunfal! No son tus glorias pocas: que el pueblo audaz que estranguló tiranos, ¡te ensalzará con su millón de bocas! ¡te aplaudirá con su millón de manos!
Antes de partir en dirección a la Puerta de Hierro, hablaron Frasquito y Zapata del asunto que principalmente les reunía, diciendo este que al fin, con no pocas dificultades, había conseguido la orden para que fuesen puestos en libertad Benina y su moro.
A la verdad, la riqueza no es una ventaja tal que no pueda hallar en este mundo ninguna especie de compensación, y supongo que un hombre que lleva á su mujer, en cambio de algunos sacos de oro, un nombre que ha hecho ilustre, un mérito eminente, una gran posición, un porvenir, no debe hallarse ahogado por la gratitud; pero yo tengo las manos vacías, y no tengo más porvenir que el presente; de todas las ventajas que el mundo aprecia, una sola poseo: mi título, y me hallaría demasiado resuelto á no llevarlo para que no pudiera decirse que él era el premio de la compra; en pocas palabras, yo recibiría todo y no daría nada: un rey puede casarse con una pastora, esto es generoso y encantador y puede felicitársele con razón; pero un pastor no puede casarse con una reina, porque no tendría el mismo efecto.
En él sobre lo llano de la relación, sin salirse del asunto, supo hallar salida al desempeño de su pluma, elevándola a lo docto, prudente e ingenioso de las reflejas en que conforme a la vivacidad de su claro y suscinto estilo cifra en pocas hojas materia, doctrina y erudición que pudieran llenamente coronar cualquier volumen con las glorias de obra digna de cualquier ingenio.
La Señana daba muy pocas comodidades a sus hijos en cambio de la hacienda que con las manos de ellos iba formando; pero como no se quejaban de la degradante miseria en que vivían; como no mostraban nunca pujos de emancipación ni anhelo de otra vida mejor y más digna de seres inteligentes, la Señana dejaba correr los días.
Creía haber encontrado una frase: «¡Pero eso es un cómico!». El Magistral no era cómico, ni trágico, ni épico. «No le gustaba sacar el Cristo». En general prescindía en sus sermones de la epopeya cristiana y pocas veces predicó en la Semana de Pasión. «Rehuía los lugares comunes», según don Saturnino Bermúdez.
En cuanto mi tío se halló libre del ataque al despertar del sueño, relativamente tranquilo, que yo le había velado desde el amanecer, y vio el cuarto alumbrado por la luz del día, aunque parda y melancólica, olvidóse de las mortales angustias que había sufrido pocas horas antes, y no tuvo ni declaró otro deseo que el de saltar de la cama para hacer la vida de costumbre.
Palabra del Dia
Otros Mirando