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Actualizado: 19 de julio de 2025


Ya no pueden amedrentar á los lobos carniceros las piedras diestramente despedidas de las hondas, porque las manos de los pastores están derribadas por el suelo.

Los monumentos hablan tambien y reflejan en sus piedras lo pasado; mas las obras de cada estilo tienen un mismo lenguaje y he oido ya la voz de todos los estilos.

Únicamente por la noche, en el silencio del claustro alto, aquellos matrimonios que se reproducían y morían entre las piedras de la catedral osaban repetirse las murmuraciones del templo, la interminable maraña de chismes que crecía sobre la monótona existencia eclesiástica, lo que los canónigos murmuraban contra Su Eminencia y lo que el cardenal decía del cabildo, guerra sorda que se reproducía a cada elevación arzobispal; intrigas y despechos de célibes amargados por la ambición y el favoritismo; odios atávicos que recordaban la época en que los clérigos elegían a sus prelados, mandando sobre ellos, en vez de gemir, como ahora, bajo la férrea presión de la voluntad arzobispal.

8 Y los hijos de Israel lo hicieron así como Josué les mandó; que levantaron doce piedras del medio del Jordán, como el SE

7 Y las puso sobre las hombreras del efod, por piedras de memoria a los hijos de Israel; como el SE

Morían de pena, de furia, de fatiga, de hambre, de mordidas de perros. ¡Lo mejor era irse al monte, con el valiente Guaroa, y con el niño Guarocuya, a defenderse con las piedras, a defenderse con el agua, a salvar al reyecito bravo, a Guairocuya!

Piedras rotas en fragmentos, cimentadas después de nuevo, arenas aglutinadas en roca después de haber sido trituradas y pulverizadas, arcillas que hoy son compactas después de haber sido disueltas por las aguas, pizarras que no son otra cosa que arcilla endurecida, todo ello no es más que resto de rocas anteriores, y como éstas, se componen de metales.

»Ambos le lloramos, y en las calles de árboles del parque donde solíamos sentarnos los tres en tiempos más felices, colocamos unas piedras en forma de monumento fúnebre, misterioso como su suerte; no inscribimos nombre alguno, ninguna inscripción; y junto a esta tumba sin despojos, pero animada por nuestros recuerdos, nos reuníamos todas las tardes para hablar de él, para rogar por él y pedir a la Providencia que pusiese fin a nuestro dolor y a su ausencia.

Tras las primeras piedras vinieron las escalinatas, más tarde los parterres, y por último, las verjas, apareciendo en estos progresos el frac, el aceite de bellotas, las libreas, los velocípedos, los polisones y los ataques de nervios. Ya apenas existe el recuerdo de la chaqueta, verdad es que la vida de Manila en sus relaciones con el confort camina á pasos agigantados.

Iba, en fin, a brindar el reposo, la comodidad que alababa Confucio, a la familia Ti-Chin-Fú, y esa familia evapórase como el humo, y otras familias surgen aquí y allá vagamente, al Sur y al Oeste, como claridades engañosas. ¿Y tenía que ir a Cantón, a Ka-ó-lí, a exponer otra oreja a las piedras brutales, huir aún por caminos descampados, agarrado a las crines de un potro? ¡Jamás!

Palabra del Dia

buque

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