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Actualizado: 25 de julio de 2025


Cuando la niña hubo partido, Ester dió un par de pasos hacia el sendero que atravesaba la selva, aunque permaneciendo todavía bajo la espesa sombra de los árboles. Vió al ministro que avanzaba solitario apoyándose en una rama que había cortado en el camino.

El hijuelo colocado sobre el corazón de la madre, empápase lentamente en su vida, permaneciendo mucho tiempo á su lado y en la edad á propósito para aprender; todo esto es debido á la bondad del padre que no rechaza al inocente rival. Y ahí está el progreso. Si hemos de dar crédito á ciertas tradiciones, el progreso no quedó limitado á esto.

Dentro de él había unos cuantos criados que charlaban contemplando desde allí lo que podían. Tenían la puerta abierta, y Obdulia, sin decirles palabra, se introdujo por ella y subió unas cuantas escaleras. Pero deteniéndose de repente y permaneciendo un instante indecisa, tornó a bajarlas y se dirigió al grupo de los domésticos.

El dolor le hizo soltar el rifle, permaneciendo acurrucado con una mano en el hombro. Su agresor dió unos pasos hacia él para que el segundo disparo resultase más certero, en el mismo instante que Manos Duras avanzaba su cabeza fuera de la esquina del rancho, atraído por la pelea.

Y para que los pasajeros retardados no le viesen llorar, Edwin Gillespie inclinó la cabeza permaneciendo así mucho tiempo. Al fin volvió á abrir el despacho instintivamente, para leerlo línea por línea. Sentía el deseo amargamente atractivo que nos impulsa á paladear los grandes dolores.

Según las crónicas de dicha orden, el año 1605, ya fuese por escasez de Misioneros ó ya por ser el pueblo demasiado pequeño, quedó agregado al de Tayabas permaneciendo así hasta el año 1743, desde cuya fecha existen datos exactos. Los límites jurisdiccionales de Sariaya, abarcan un diámetro de unas cinco leguas en su mayor extensión, de terrenos llanos de pasto y de labor.

Durante el invierno, la Condesa Poldy, retenida en el castillo por las lluvias y los hielos, no daba tan largos paseos ni eran sus excursiones tan reposadas y contemplativas como en la primavera y en el verano. Pero, durante la primavera, se desquitaba bien de su forzada reclusión permaneciendo largas horas en el bosque.

No quise disimular mi tristeza. Al contrario, forcé la nota lúgubre, permaneciendo silencioso y cabizbajo, a pesar de los esfuerzos que las dos viejas que tenía a mi lado y Joaquinita hicieron por sacarme de mi éxtasis doloroso. Todos allí estaban ya al tanto de lo que me ocurría. Sentía, en verdad, una viva y profunda pena, que me apretaba el pecho y la garganta.

Karl, en cambio, manifestaba la misma adhesión de antes, permaneciendo en sumisa modestia detrás de su cuñado. Este tenía las llaves de la caja y era su única defensa ante el terrible viejo... Había dejado sus dos hijos mayores en un colegio de Alemania.

Eran tres, e introduciendo la mayor en la cerradura de la puerta que conducía a la prisión del Rey, vi que giraba sin dificultad. ¡La puerta estaba abierta! Entré, y cerrándola tras con el menor ruido posible, retiré la llave y la guardé en el bolsillo. Me hallé en lo alto de una escalera de piedra, alumbrada débilmente por una lámpara de aceite. Descolgué ésta y permaneciendo inmóvil, escuché.

Palabra del Dia

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