Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de julio de 2025


Al fin se la otorgaron, pero fue para despedirle a los pocos días: la música de Juan no agradaba a los parroquianos del Café de la Cebada; no tocaba jotas, ni polos, ni sevillanas, ni cosa ninguna flamenca, ni siquiera polkas; pasaba la noche interpretando sonatas de Beethoven y conciertos de Chopín: los concurrentes se desesperaban al no poder llevar el compás con las cucharillas.

Algunas veces, entre patatas deshechas hemos encontrado esas cositas negras como carbón que llaman trufas, y que los señores pagan como si fuesen de oro. Así está el chiquillo que me sirve: colorado y gordote como un arcipreste. No se le puede pellizcar en salva sea la parte, de duro que está, y cuando le tomé, traía más hambre que un lobo... Yo tengo muy buenos parroquianos, Isidrín.

Pues á Velázquez no le gusta el arroz tan cocido, sino bien enterito decía á alguno de los parroquianos que lo prefería blando. Y después de comunicarle esta nueva interesante, quedaba sorprendida si el parroquiano aún se obstinaba en que se lo cociese más. Nunca acababa, si alguna comadre del barrio venía á beber una copa de aguardiente y la conversación recaía sobre el guapo.

Las personas que allí viera constantemente, los mozos y el encargado, ciertos parroquianos fijos, se le representaban como unidos estrechamente a él por lazos de familia. Hasta con la jorobadita que vendía en la puerta fósforos y periódicos tenía cierto parentesco espiritual.

De aquí en adelante, mi ocupación preferente será dar forma poética a los dramas que se agitan aquíConsecuencia de tan hermosa determinación: que comenzó a descuidar el negocio zapateril, a cumplir mal con la clientela, a enajenársela poco a poco, porque, acosado por las deudas, a causa de las pérdidas en el reñidero de gallos, acosaba él a su vez a los parroquianos, intentando en ocasiones, por descuido y olvido, cobrarles dos veces la misma factura.

Lo peor fue que por tanto emperejilarse y tanto ir a casa de su querida, se relajó en la vigilancia y cuidado del despacho, de tal modo, que cuando no le faltaban cajetillas se le concluían los sellos; resultando que empezó por perder la confianza de los parroquianos a quienes escogía puros, y acabó por desacreditar la tienda en pocos meses. Lo que sucedió entonces, fue horrible.

González, sin perder de vista la preparación de las mesas, hablaba á unos parroquianos de su establecimiento, mostrándoles el río. Era propicia la ocasión para repetir, con una gravedad doctoral, muchas cosas oídas á su compatriota Robledo. Los indios habían dado á este río su nombre de Negro por los sufrimientos que les costaba remontarlo, á causa de su rápida corriente.

Apellidábala medio en serio medio en broma «estrella», «botón de rosa», «lucero», «clavel». De tal modo que la gente de la parroquia dió en llamar á esta desagradable mujeruca Clavel, y no se la conocía por otro nombre. «¿Cómo va Clavelle preguntaban los parroquianos á Martinán al entrar en la taberna. «Tan buena respondía. Allá está en la cocina amasando la torta

Su fiesta estaba muy concurrida: frailes, empleados, militares, comerciantes, todos sus parroquianos, socios ó padrinos, se encontraban allí; su tienda abastecía á los curas y conventos de todo lo necesario, admitía los vales de todos los empleados, tenía servidores fieles, complacientes y activos.

Echáronse á reir sus oyentes, á tiempo que llegaba la patrona con dos grandes jarros de vino y cerveza y tras ella una sirvienta con platos y cucharas que distribuyó á los parroquianos. Dos de éstos que vestían el verde sayo de los guardabosques retiraron el caldero del fuego é hicieron plato á los restantes y todos atacaron con apetito el humeante potaje.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando