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Actualizado: 28 de mayo de 2025
Por este motivo encarga D. Pedro á su favorito Don Juan, que averigüe el paradero de la Infanta, y la traiga á sus manos. El favorito se apresura á ejecutar sus órdenes: llega á descubrir el domicilio de Leonor; pero lo encadenan de tal suerte los encantos y amabilidad de la desdichada dama, que, en vez de prenderla, la ayuda á huir, anunciando después al Rey que no ha logrado apresarla.
Y a fin de que no termine la duda, he procurado no informarme jamás ni saber el paradero del joven paraguayo, como si hubiera sido un ser peregrino que estuvo algunos instantes en nuestro planeta, y en seguida se desvaneció para siempre. Quise detenerme y me detuve en Lisboa, porque yo tenía saudades de Lisboa.
Un compañero de Universidad le hizo saber que el gobierno enviaría un mensaje al Senado, al principio de la sesión, pidiendo permiso para matar al coloso inmediatamente. Otro profesor que era verdaderamente amigo suyo le detuvo para comunicarle algo referente á la vida íntima universitaria. Popito había desaparecido, sin que el Padre de los Maestros encontrase el más leve rastro de su paradero.
Después que se retiró, poco antes de mediodía, Reginaldo se sentó al lado de mi cama, y gravemente nos pusimos a discutir la situación. Las dos cuestiones más apremiantes en ese momento eran, primero, descubrir el paradero de mi bien amada, y, segundo, ir a Italia a investigar el secreto del Cardenal.
Qué paradero han tenido tantas riquezas bibliográficas, artísticas y numismáticas, ignórase, y cuanta diligencia hemos tenido en averiguarlo ha sido esteril.
Aquélla... aquélla... murmuró él con fingido desprecio . No sé por dónde anda, ni me importa. Valiente... Sus labios intentaron decir una ofensa, pero no acertaron a formularla. Comprendió que era una villanía hablar mal de Mariquilla, aunque fuese en son de astucia para averiguar su paradero.
Allí quedó oculto el navarro por unos días, sin que la justicia supiera su paradero, ni tampoco lo conociese el marido de la posadera, que tenía gran empeño en dar con el que tanto propósito había demostrado en deshonrarle.
Esto era lo que Relimpio sabía, y estos breves datos y sus conversaciones, no largas, con Tomás y Francisca, debieron de haber constituido su declaración; pero, llevado de un sentimiento de caballeresca protección a la desgracia, hizo las afirmaciones más conformes con su deseo y el de su ahijada. Sigamos ahora los pasos de Isidora, de cuyo paradero ni Emilia ni Juan José tenían noticia alguna.
En el cual se mencionaron los sesenta mil duros perdidos en Baden-Baden por Gonzalo Quiroga, y los triunfos de Sagrario en las mismas aguas, y se discurrió largamente sobre lo que acontecería después al elegante matrimonio, cuyo paradero se ignoraba a la sazón, aunque se sabía que había estado también en Constantinopla por exigencia terminante de Sagrario.
Por parte de mi abuelo ya fue cosa muy diferente. Nuestra casa de Tablanca ejercía en todo el valle, por virtud de su condición benéfica amén de ilustre, cierto señorío indiscutible y patriarcal, y era el paradero obligado de todas las personas notables que pasaban por allí, incluso los obispos. Solamente en lo que recordaba mi padre, se habían hospedado dos en ella: el de Santander y el de León.
Palabra del Dia
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