Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de junio de 2025
Detonaciones de botellas de champagne, chocar de copas, risas, humo de cigarro y cierto olor particular á casa de chino, mezcla de pebete, opio y frutas conservadas, completaban el conjunto.
Y crece de punto la perversidad, cuando Margarita, la candorosa y angelical Margarita, excitada por Fausto, y á fin de que su mamá no se despierte, la atiborra de bromuro de potasio, de opio, de láudano y de otros potingues narcóticos, hasta que acaba por matarla. A veces se diría que Fausto quiere á Margarita. A veces se diría que no la quiere y que es un ingrato y un galopín de siete suelas.
Tienen opio; son muy agradables. Y encendió uno, siguiendo las espirales de humo con sus ojos verdosos, que adquirían al transparentar la luz un temblor de oro líquido. El torero, habituado al bravo tabaco de la Habana, chupaba con curiosidad este cigarrillo. Pura paja; un placer de señoras. Pero el extraño perfume esparcido por el humo pareció desvanecer lentamente su timidez.
El sulfuro de cal y el grafito curan las supuraciones y las irritaciones crónicas en la piel; el azufre y el mercurio combaten la diátesis serosa con temblores y espasmos; los baños calientes sulfurosos hacen cesar las contracturas.... En fin, los efectos dinámicos del arsénico, inmediatos á la ingestion de esta sustancia, exigen la nuez vómica, en los fenómenos gástricos, en la postracion de fuerzas y las deposiciones alvinas especiales; el opio juega en la cianosis con adormecimiento paralítico, y la manzanilla en la irritabilidad....
Otras atribuían su palidez y sus ojos eternamente asombrados á la morfina, al opio, á todos los líquidos y perfumes del estupor, creadores de «paraísos artificiales». La pequeña Alicia de otros tiempos apuraba su vida á grandes tragos, hasta el fondo de la copa. Lubimoff creyó no verla más, pero á los pocos días empezó á recibir cartas de ella.
Los que estaban furiosos eran los libre-pensadores que comían de carne en una fonda todos los viernes Santos. «¡Aquel don Pompeyo les había desacreditado! »¡Vaya un libre-pensador! »¡Era un gallina! »¡Murió loco! »¡Le dieron hechizos! »¿Qué hechizos? Morfina. »El clero, milagros del clero... »Le convirtieron con opio... »La debilidad hace sola esos milagros... »Sobre todo era un badulaque...».
Maintenon, la que se atribuye a Mme. Roland, y tantas otras mujeres que hacen el sacrificio de su reputación por asociarse a nombres esclarecidos. La Severa resiste años enteros. Una vez escapa de ser envenenada por su tigre en una pasa de higo; otra, el mismo Quiroga, despechado, toma opio para quitarse la vida.
En esto es precisamente en lo que árnica es opuesta á acónito y en lo que difiere de arsénico cuya accion principal es de los centros á la circunferencia; de esto resulta la diferencia práctica de los fenómenos de postracion y tifoidismo de los dos medicamentos; fenómenos tan característicos para el árnica, que Stohl daba el opio como antídoto, y no el café ó la nuez vómica.
Los asientos tapizados de seda rosa, igual a la que adornaba los planos de las paredes, estaban ocupados por señoras. El ambiente era más limpio que en el jardín de invierno, donde una atmósfera de humo de habano y tabaco oriental con perfume de opio flotaba sobre las plantas.
La vida del cantor de Ligeia, esa extraordinaria mujer, prodigio de carne y maravilla de inteligencia, nos da la impresión de una negra pesadilla, de una taumatúrgica alucinación de opio, por donde vaga la sombra sonámbula de ese triste discípulo de un fatal y desventurado maestro, cuya voz repite ese único y desolado estribillo: «Nunca más.» Los poetas borrachos
Palabra del Dia
Otros Mirando