United States or Bangladesh ? Vote for the TOP Country of the Week !


Hablaban, no había duda, en italiano, para que así los transeúntes no pudieran entender su conversación. Noté que sus ropas eran de corte marcadamente extranjero y que sus zapatos eran bajos, aun cuando les había quitado las brillantes hebillas de acero.

El médico dice que tiene una fiebre mucosa. Lamentable contratiempo para Lacante, pues es imposible llevarla al convento, donde no la recibirían en tal estado. Hay que tenerla en la casa y puedes figurarte qué trastorno interior. No se puede guardar en la casa una muchacha enferma sin que se note algo.

Tintay mascaba tanto como Tenten, con la diferencia que este tenía siempre la boca llena de buyo, mientras que su cara mitad se las arreglaba con las hojas de Cagayan. Una de las tardes en que Tintay asomó su arrogante figura al batalan, noté en ella ese embarazo propio de toda india que quiere pedir algo á un castila.

Mientras desvalijaban el último cajón de la cómoda de mi cuarto, se abrió la puerta de mi tío, y apareció don Sabas en el hueco. Noté que salía lloriqueando, y corrí hacia él temiendo que ya hubiera concluido todo allí; pero desde medio camino toser al enfermo, y esto me tranquilizó.

El señor de Couprat reía, pero Juno se envolvía en una imponente dignidad que no me infundía respeto. Llego un momento en que me hallé junto a él, mientras que mi prima caminaba delante de nosotros con aire distraído. Noté que él la miraba mucho, y le interrogué con la mayor inocencia de corazón: Es muy linda ¿verdad? ¡Linda, muy linda! respondiome con una voz tan apagada que me hizo estremecer.

Allí, allí, en los vidrios.... Con disimulo... que no lo note....

Juraría que le temblaban las piernas y miraba a derecha e izquierda como si hubiera querido huir de allí; tenía el rostro amoratado, y al tomar mi mano con las agitadísimas suyas para besarla, noté que sus labios estaban secos y ardientes.

También conocía ese hombre el secreto del cardenal, mientras yo lo ignoraba. Permanecimos sentados en esa pequeña y anticuada habitación hasta que el crepúsculo se convirtió en noche profunda, y ella se levantó penosamente y encendió la lámpara. A la luz noté, sobresaltado, cómo había cambiado su dulce rostro.

Donde quiera noté en ese país, en las mesas de los hoteles como en los cafés, en los paseos y lugares públicos lo mismo que en las diligencias, los vapores y los ferrocarriles, la influencia benéfica que ejercen los cruzamientos de las razas, cuando ellos son el resultado de relaciones libres y de un contacto natural y espontáneo.

Al día siguiente Vezzera entró al anochecer en mi cuarto. Llovía desde la mañana, con fuerte temporal, y la humedad y el frío me agobiaban. Desde el primer momento noté que Vezzera ardía en fiebre. Vengo a pedirte una cosa comenzó. ¡Déjate de cosas! interrumpí. ¿Por qué has salido con esta noche? ¿No ves que estás jugando tu vida con esto?