Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de junio de 2025


Libróse un muchacho que le servía para ayudar á misa, el cual, viendo las cosas de mala data montó á caballo, y á rienda suelta se pudo escapar; y entrando en lo espeso del bosque, desde donde en compañía de otros neófitos que también se habían huído, llegaron muy consumidos á la Reducción de la Inmaculada Concepción, donde, de las heridas, murieron cinco en breves días.

El día siguiente, el Apostólico Padre, aunque no se podía tener en pie, no sufriéndole el corazón ver entronizado al demonio en dos templos, hizo que le llevasen allá sus compañeros; echó por tierra aquellos infames Tabernáculos, hizo pedazos las estátuas y encendiendo en la plaza una grande hoguera, quemó en ella todos los arreos y ornamentos de la impía idolatría, no sin temor de sus neófitos, que recelaban no diesen sobre ellos los bárbaros, ofendidos de aquella afrenta de sus dioses, para vengar su agravio.

Acostumbrados, pues, estos bárbaros á sacudir el suave yugo del Evangelio por estar ya enfadados del celo del V. P. Lucas y sus compañeros, fingiendo que sólo habían venido á sus tierras para juntarlos y entregarlos á los Mamalucos del Brasil, los echaron del país y destruyeron la iglesia que habían fabricado, por cuya causa se retiró á los Chiquitos, en el pueblo de San Francisco Xavier, donde hallando el terreno más dispuesto al cultivo de la fe, asistía á aquellos nuevos fieles con increíble celo y amor; y á la verdad, era bien necesario su espíritu y fervor para acudir y socorrer las necesidades de aquella iglesia, afligida no menos de la peste que de la carestía de todo lo necesario, no dando treguas ni de día ni de noche á las fatigas y trabajos que le redujeron con una grave enfermedad al último trance de la vida, con extremo dolor de sus compañeros que le veneraban como á santo, y de los neófitos, que le amaban como á Padre.

Su nave, hacía dos o tres semanas que estaba allí aguardándole, lo cual no pesaba al señor Vandenpeereboom que había traficado con los chinos y hecho muy buenos negocios, ni pesaba tampoco a Fray Juan de Santarén, que predicaba con gran fruto, aunque valiéndose de intérpretes, y que bautizaba chinos a centenares, hallando sus neófitos entre la gente pobre y trabajadora que hoy pudiéramos llamar coolies.

Mas quiso Dios, por premio de ésta su heroica caridad, darle el Purgatorio en esta vida, para que así fuese mayor su corona en la eterna bienaventuranza, cargándole de tantas y tan graves enfermedades que le inhabilitaron del todo á ejercitar del todo nuestros ministerios con los neófitos, único conorte en sus tribulaciones, de suerte que solía él decir que de este mundo no tenía sino labor y dolor.

El Mosco marchaba al frente, precedido de dos de sus perros, y Chispas cerraba la expedición. Podéis hablar; podéis fumar. Estamos aún en terreno seguro. Yo os diré cuando haya que ir con más ojos que un lince. Los dos neófitos marchaban tras los ligeros pasos del Mosco, el cual no cesaba de hablar.

Burláronse los Boxos de su súplica, y le quitaron todo el susto, presentándole un cuchillo; y guiándolos el viejo, que bailaba de contento con aquel presente, fueron recibidos de los paisanos con gran benevolencia, á que correspondieron los neófitos dándoles algunas cosas de Europa, tenidas en poca estima entre nosotros, pero de ellos muy apreciadas.

Juntáronse luego allí nuestros neófitos en número de ciento y cincuenta, extendidos en buen orden sobre la ribera. En este ínterin vino el Capitán de los Mamalucos, y llamando á un Chiquito que entendía la lengua Guaraní, le preguntó quiénes eran y á qué fin andaban por aquellas costas.

Aunque lo que he escrito en estos dos capítulos últimos, ha sucedido en muchos años y en este tiempo se han convertido á la fe y ganado para el cielo muchos centenares de infieles, todavía, por no confundir los sucesos y Misiones de las Reducciones, los quise separar con ánimo de referir ahora y dar noticia del fervor y mérito de los neófitos de las otras tierras, dignándose Dios Nuestro Señor de premiar sus sudores con abundante cosecha de infieles para animarlos á trabajar con mayor aliento y fervor en servicio de la iglesia.

Estos dos fueron con los neófitos para llevarlos á sus paisanos, de quienes no fueron admitidos con mucho afecto, porque el demonio les puso en sospecha de que eran Mamalucos ú otros enemigos que habían venido á hacerlos esclavos.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando