Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de julio de 2025
El capitán y el doctor Cornelius conferenciaron con los representantes de la Compañía, y por la noche se nos anunció que zarpábamos para China. Teníamos que recoger trabajadores coolies chinos, cerca de la colonia portuguesa de Macao, y conducirlos a América. Silva el portugués era el encargado de llevar a cabo estas negociaciones. Llegamos a las aguas de China.
Tres o cuatro años después de entrar yo en el negrero salíamos de cerca de Macao, llevando un pasaje de trescientos coolies chinos para América, cuando, a la altura del Cabo Engaño, se nos acercó un pailebot de dos palos, de esos que llaman en Filipinas pontines, y de él apareció Tristán de Ugarte. Estaba transformado; tenía una cicatriz que le desfiguraba por completo.
Al anochecer, los vascos salimos a respirar sobre cubierta aquel aire tórrido. El mar se extendía incendiado, como un metal incandescente. Lo contemplábamos con una enorme desesperación cuando vino Arraitz, uno de los nuestros, corriendo a decirnos que el chino Bernardo había abierto la escotilla de la bodega a los coolies, y que salían todos sublevados.
Su nave, hacía dos o tres semanas que estaba allí aguardándole, lo cual no pesaba al señor Vandenpeereboom que había traficado con los chinos y hecho muy buenos negocios, ni pesaba tampoco a Fray Juan de Santarén, que predicaba con gran fruto, aunque valiéndose de intérpretes, y que bautizaba chinos a centenares, hallando sus neófitos entre la gente pobre y trabajadora que hoy pudiéramos llamar coolies.
Palabra del Dia
Otros Mirando