Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de junio de 2025
Arrojóles la nave y como para Jonás fugitivo estuvo prevenida la cárcel del buque de la ballena, que a su pesar le condujo al término del destino de Dios, así en nuestro caso recibieron las cárceles del Santo Oficio a los que escupió la Nave, el mar y sus olas.
Los tres pisos de un ala entera habían sido echados abajo para formar una nave de catedral. Lubimoff vió á una mujer alta, enjuta, con las manos largas y transparentes, los ojos agrandados é inquietantes, que avanzaba hacia él. Iba vestida de negro, con mangas sueltas que casi barrían el suelo y un bonete blanco encañonado bajo los tules de luto.
Casi abandonada la nave de dirección y de auxilios humanos, corrió aún no poco tiempo con velocidad vertiginosa, a merced del huracán que la impelía sobre la líquida faz del Océano, que ya la levantaba en sus oleadas, ya la precipitaba en la medrosa hondura que entre dos montes de agua a cada momento se abría. La nave de Morsamor no pudo resistir más.
D. Miguel Bermudez, racionero de la santa iglesia, por donacion del cabildo, arrimada al muro del norte, en el tramo primero de la décimosexta nave principal, pagando la fiesta á las Once mil Vírgenes el obispo Gonzalez Deza. Capilla de S. Acacio.
Esta última nave quedó en la mar, aguantando únicamente la Victoria que mandaba Sebastián Elcano, los mares del Cabo de Buena Esperanza el cual consiguió doblar, no sin falta de ímprobos trabajos, arribando al puerto de Sanlúcar el 6 de Setiembre; sobreviviendo á aquella colosal empresa en que la Victoria había dado la vuelta al mundo, solamente 18 hombres.
Fué fundada en 1385 por Ruy Fernandez de Córdoba, hermano de D. Gonzalo, primer señor de Aguilar, en la misma nave principal que la anterior y contra el mismo muro, ocupando los tramos catorce y quince. Yacen en ella el célebre veinticuatro Fernando Alonso de Córdoba, primer señor de Belmonte, y su segunda mujer D.ª Constanza de Baeza y Haro. Capilla de la Cena.
El tal arcediano, que frecuentaba mucho la basílica, acudió á ella el 21 de Diciembre de 1595 á practicar sus cuotidianas oraciones, y muy contrito y devoto se hallaba arrodillado cerca del coro, mientras se cantaban las vísperas, á las que asistían también gran número de fieles, cuando héte aquí que cruzó la nave D. Diego de Ulloa, muy orondo y llevando puesta su capa de coro.
De esta suerte, en soliloquios románticos, acerbos y dignos de Hamlet, siempre que estaba sin Chemed; y en coloquios amenos, en pláticas tiernas, y en juegos y risas, cuando Chemed aparecía, vivió Mutileder; y así se pasó el tiempo, caminó la nave, se detuvo en varios puntos de África y en algunas islas del archipiélago de Grecia, y llegó al fin a Tiro, capital entonces de Fenicia desde la ruina de Sidon, cuando los filisteos, rubios descendientes de Jafet, vinieron de Creta por mar, mientras que del lado del desierto de Arabia entraban los israelitas en la tierra de Canaan y lo llevaban todo a sangre y fuego.
»Coronarán los pulidos fustes de mármol y jaspe elegantes capiteles en que alternen el gracioso canastillo corintio y el magnífico compuesto romano; los arcos de la nave central aparecerán ricamente ataviados, y en el vestíbulo del mihrab prodigará la exuberante imaginacion del Arabe las encantadoras y lujosas combinaciones de la ornamentacion asiria y griega.
Un rosario de bombillas eléctricas alumbraba día y noche la continua rotación en el silencio y la soledad de esta alma metálica, señora absoluta del túnel submarino. El lado interior de la galería era vertical; el exterior abríase en ángulo hacia arriba, marcando el arranque del vientre de la nave.
Palabra del Dia
Otros Mirando