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Actualizado: 22 de mayo de 2025


Beatriz de Miranda otorgó carta de ahorramiento en favor de su esclava Catalina, morisca, herrada en la barba y en un carrillo, 20 de Enero de 1539 . Jerónimo Delcia, colchero, vendió un esclavo indio á Diego Hernández Farfán, llamado Hernando de 24 años con vn letrero en la cara con unas letras que dizen esclavo de Juan Romero ... 7 de Diciembre de 1554 .

Este nuevo personaje, vestido por aquella manera, mitad morisca, mitad castellana, que aun usaba la nación vencida, bien mostraba cuya era su estirpe; si bien el buen porte de sus arreos, lo venerable de su barba, y el respeto que derramaba su persona, mostraba por otra parte no ser de vulgar condición.

Estuve con él más de un mes, no por el gusto de la vida que tenía, sino por el que me daba saber la de mi amo, y por ella la de todos cuantos moriscos viven en España. ¡Oh, cuántas y cuáles cosas te pudiera decir, Cipión amigo, desta morisca canalla, si no temiera no poderlas dar fin en dos semanas!

Y así, determiné de ir al jardín y ver si podría hablarla; y, con ocasión de coger algunas yerbas, un día, antes de mi partida, fui allá, y la primera persona con quién encontré fue con su padre, el cual me dijo, en lengua que en toda la Berbería, y aun en Costantinopla, se halla entre cautivos y moros, que ni es morisca, ni castellana, ni de otra nación alguna, sino una mezcla de todas las lenguas con la cual todos nos entendemos; digo, pues, que en esta manera de lenguaje me preguntó que qué buscaba en aquel su jardín, y de quién era.

Por fin el hombre que les había proporcionado los taburetes exclamó, mirando a lo largo de la calle: Agora llega la morisca que hechizó al mancebo cristiano. Todas las bocas callaron. Aixa avanzaba lentamente, con las pupilas fijas en el cielo.

Entró luego tras él, encima de un jumento, una mujer a la morisca vestida, cubierto el rostro con una toca en la cabeza; traía un bonetillo de brocado, y vestida una almalafa, que desde los hombros a los pies la cubría. Era el hombre de robusto y agraciado talle, de edad de poco más de cuarenta años, algo moreno de rostro, largo de bigotes y la barba muy bien puesta.

En tanto, pues, que la morisca cristiana su peregrina historia trataba, tuvo clavados los ojos en ella un anciano peregrino que entró en la galera cuando entró el virrey; y, apenas dio fin a su plática la morisca, cuando él se arrojó a sus pies, y, abrazado dellos, con interrumpidas palabras de mil sollozos y suspiros, le dijo: ¡Oh Ana Félix, desdichada hija mía!

Tambien llaman la atencion: la capilla del hospital de San Francisco de Asis, la casa del duque de Almodobar, la del conde de Torre-Cabrera, y la torre octógona, morisca, de San Nicolas. El principio de la division del trabajo está, pues, aplicado allí á la beneficencia con mucho criterio. El exquisito aseo de aquel hospital hace mucho honor á los que lo habitan.

Al contemplar a su derecha el arrabal de Santiago, vínole a la memoria su amancebamiento con la hermosa morisca y pensó que aquella mujer había sido la causa de toda su malaventura, de todos sus yerros y desengaños. ¡Quién sabe si no había mediado algún hechizamiento!

El movimiento económico es muy activo en todos los ramos de la produccion. Las gentes aman la pulcritud y la elegancia. En una palabra, la España morisca, con un territorio muy inferior á la mitad del de la España gótica, y una poblacion igual al 66 por ciento de la misma, es por lo ménos cuatro veces superior en movimiento social, riqueza, bienestar y civilizacion.

Palabra del Dia

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