Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de julio de 2025
Don Quijote, que los vio tan atentos a mirarle, sin que ninguno le hablase ni le preguntase nada, quiso aprovecharse de aquel silencio, y, rompiendo el suyo, alzó la voz y dijo: -Buenos señores, cuan encarecidamente puedo, os suplico que no interrumpáis un razonamiento que quiero haceros, hasta que veáis que os disgusta y enfada; que si esto sucede, con la más mínima señal que me hagáis pondré un sello en mi boca y echaré una mordaza a mi lengua.
Parece que en la prisión, como su espíritu era inquieto y turbulento, traía siempre revueltos á los demás presos, gente de la hería, nada pacífica ni sosegada, y esto dió motivo á que, denunciado por blasfemo horrendo, saliese un día por las calles de Sevilla á sufrir los infamantes azotes; y no quedó aquí el castigo, sino que la Inquisición lo reclamó y le hizo á fin de 1699 salir en auto público, encorozado y con una mordaza, enviándolo luego á sufrir seis años de galeras.
D. Pedro del Congosto, aprende de él; mírate en el espejo de su respetuosidad, de su severidad, de su aplomo, de su impasible y jamás turbado platonismo; observa cómo enfrena sus pasiones; como enfría el ardor de los pensamientos con la estudiada urbanidad de las palabras; cómo reconcentra en la idea su afición y pone freno a las manos y mordaza a la lengua y cadenas al corazón que quiere saltársele del pecho.
Sujetole al mismo tiempo por el cuerpo y lo metió en la trastera de golpe. Tomó del suelo una mordaza y un cordel que allí tenía preparados; le puso la primera; atole con el segundo las piernas y los brazos y lo dejó tendido boca arriba sobre un felpudo diciéndole: No te muevas. Si haces el más pequeño movimiento, hay ahí unos ratones que vendrán a comerte las narices.
Pero conociendo que la crueldad le ahuyenta los vasallos, y que la misma razon de Estado que manda castigar la rebeldía le aconseja no trasformar en héroes á los rebeldes, imagina que es preferible poner á los confesores la mordaza de la obediencia, robusteciendo el decreto del desautorizado Recafredo con un solemne canon conciliar, al cual no puedan oponer los cristianos objecion alguna.
La mordaza, pues, cayó ante tan filantrópicas razones. Pero no todo el mundo se interesaba tan tiernamente por el gitano; los unos aplaudían la decisión de la Junta, los otros se prometían un gran placer el día del suplicio, muchos, incluso dirigían furibundas imprecaciones al gitano que se contentaba con sonreír.
¿Ha encadenado la Prensa y puesto una mordaza al pensamiento para que no discuta los intereses de la patria, para que no se ilustre e instruya, para que no revele los crímenes horrendos que ha cometido y que nadie quiere creer a fuerza de ser espantosos e inauditos? ¡Insensato! ¿Qué es lo que has hecho?
Un morisco, a quien todos conocían en los suburbios por sus pláticas obscenas, ejecutaba de tiempo en tiempo un movimiento bestial y acelerado para remedar la fornicación; los familiares tenían que zamarrearle con violencia. Pasó una anciana, seca y erguida, con las manos ligadas por detrás y la boca cubierta por negra mordaza. Ramiro no tardó en reconocer a Gulinar.
Este aunque en la cárcel convencido, estuvo confeso y arrepentido; intimada la muerte, se declaró pertinaz y así llevaba mordaza en la boca, hasta que poco después que se le leyó la sentencia en el Auto, se redujo y convirtió con demostraciones de arrepentimiento verdadero, así aunque se le había leído la sentencia como a relapso pertinaz, no se ejecutó en él sinó la común de relajado al brazo seglar, muriendo como los otros a las vueltas de un garrote y después incinerizados y confiscados sus bienes, por hereje, apóstata, judaizante, relapso, convicto y confeso.
A miles, los sacerdotes y directores de las naciones, pérfidos ó llenos de buenas intenciones, se han armado del látigo y la mordaza, ó bien, con mayor habilidad se han limitado á hacer repetir en todos los siglos las ideas de obediencia con objeto de matar las voluntades y envilecer los espíritus; pero, afortunadamente, todos esos pastores que han querido esclavizar al hombre por el terror, la ignorancia ó la aplastante rutina, no han conseguido crear un mundo á su imagen, no han podido hacer de la naturaleza un gran jardín de olorosos naranjos, con árboles retorcidos en forma de monstruos y de enanos, con valles cortados como figuras geométricas y rocas talladas á la última moda.
Palabra del Dia
Otros Mirando