United States or Bosnia and Herzegovina ? Vote for the TOP Country of the Week !


Considerado en el ápice de mi mente, en la inteligencia, vivo en la eternidad secundaria; torrente de las existencias sucesivas, perpetuo tránsito, movimiento sin término, carrera sin meta, mudanza y proceso que no acaban.

La empresa antes de acudir á la expropiación forzosa... está dispuesta... está dispuesta á dar á usted mucho más de lo que vale. ¡Dígale usted á la empresa que se meta todo su dinero donde le quepa!... Es que... ¡Es que nada! Hemos hablado ya bastante.

, Jacobo; lo pensaba. Pero Sorege vino, como había anunciado, y sometida á la dura autoridad de mi cómplice, no podía resistir. Lo intenté, sin embargo, desde el primer momento. Tuve una crisis de desesperación y de remordimientos y le supliqué que buscase un medio de disculparte cuando yo estuviese en salvo. Aquel hombre se echó á reir y dijo con espantosa ironía: ¿Que yo me meta en ese sucio negocio para servir al señor de Freneuse? ¡En seguida! ¿Está usted loca?

Verdad que acaso pudiera alcanzar la meta de mis deseos sin necesidad de componendas, porque la actitud, pasiva hasta entonces, de doña Tula lo hacía verosímil. Pero ¿quién me aseguraba que de la noche a la mañana no cambiasen totalmente las cosas?

Usted, señora mía, tomará lo que le den... Vamos, Feli, págale a esta buena mujer, ya que eres el ama del dinero.... ¡Pues poco bonita que va a estar mi nena cuando meta en estas envolturas de colores sus pantorrillas de diosa!... Se alejaron del corro, llevando ella el regalo en un paquete.

No murió tu esplendor, y en la noche del hoy aún eres tea que camina en la nada del misterio del alma femenina, un fantasma esparcido en su psicología tenue y fina, aroma desprendido del dolor de un poeta, que te dejó al morir, para que en la carrera empuñases muy alto su bandera y llegases por él hasta la meta antes de sucumbir.

Cobra ligeramente aliento y prosigue: «En cambio aquí, como el presidente llega a la meta ya viejecito, la presidenta suele ser otra viejecita ya cansada, concluida, reumática, cuyo mayor deseo es que la dejen tranquila. ¡Y luego hablan de las jóvenes repúblicas! La juventud está en las monarquías.

¡Pero, sosa, mala sombra! ¡Si ha sido sin intención; nada más que por jugar, para ver ese hociquillo tan mono que pones cuando te enfadas!... Ya sabes que soy tu hermano. Fermín y yo, la misma cosa. La muchacha parecía serenarse, pero sin perder su gesto hostil. Güeno; pues que el hermano se meta las manos donde le quepan.

También es poeta: lleva ganadas no cuántas rosas naturales y englantinas de oro en Juegos Florales; pero siempre en catalán, porque este ruiseñor es mudo cuando se sale del jardín de su tierra. Una fiera, amigo mío, para asuntos de dinero. Le aconsejo que no se meta a luchar con este camarada poético en un certamen de tanto por ciento, porque de seguro que le roba hasta la lira.

Los falsos antiguos ideales de la Edad Media habían caído por tierra como ídolos quebradizos, desbaratados y rotos bajo los certeros golpes del cetro de hierro de los nuevos soberanos. Morsamor no acertaba a descubrir nuevos ideales: nuevos objetos, término y meta de la ambición humana.