United States or Yemen ? Vote for the TOP Country of the Week !


El 26 vino un indio Sinipé, con su lanza á caballo: díle un cuchillo, y díjome: yo Sinipé bueno, Mataguayo malo: yo guapo: siguió la orilla del rio en pos de nosotros.

Y, diciendo estas y otras semejantes razones, soltando la adarga, alzó la lanza a dos manos y dio con ella tan gran golpe al arriero en la cabeza, que le derribó en el suelo, tan maltrecho que, si segundara con otro, no tuviera necesidad de maestro que le curara. Hecho esto, recogió sus armas y tornó a pasearse con el mismo reposo que primero.

11 El sol y la luna se pararon en su estancia; a la luz de tus saetas anduvieron, y al resplandor de tu fulgente lanza. 12 Con ira hollaste la tierra, con furor trillaste los gentiles. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, desnudando el cimiento hasta el cuello. Selah. 15 Hiciste camino en el mar a tus caballos, por montón de grandes aguas.

Un arquero de la guardia me ha dicho que el príncipe quería romper una lanza, pero que sus consejeros no se lo han permitido, porque habrá más de combate que de torneo, tal están que arden los señores gascones. Por lo pronto tenemos á Chandos. Su Alteza le ha prohibido tomar parte en la próxima justa. Chandos será juez del campo, en unión de Sir Guillermo Fenton y el duque de Armagnac.

476 Primero entierran las prendas en cuevas como peludos; y aquellos indios cerdudos, siempre llenos de recelos, en los caballos en pelos se vienen medio desnudos. 477 Para pegar el malón el mejor flete procuran; y como es su arma segura vienen con la lanza sola, y varios pares de bolas atados a la cintura.

Empezó á edificarse la ciudad, y á levantarse al rededor una cerca de tierra de tres pies de ancho, y una lanza de alto; pero lo que se hacia hoy se caia mañana: y dentro de ella una casa fuerte para el Gobernador. Padecian todos tan gran miseria que muchos morian de hambre, ni eran bastantes á remediarla los caballos.

El rio Magdalena, la grande arteria del comercio de Nueva Granada, despues de haber traído por algunas leguas la direccion de S. E. á O., pierde repentinamente su mansedumbre, se estrecha entre las altas rocas de dos serranías paralelas, y torciendo directamente al norte se lanza por entre raudales pedregosos, coronado de espuma, bramando como la gran mole de una catarata, y, como fatigado de ese descenso tormentoso, va á reposarse, una legua mas abajo, lamiendo suavemente las anchas playas de la Bodega.

Por fin se aborda una cornisa, se descansa un poco en ella para tomar aliento y equilibrio, y luego se lanza nuevamente en el vacío para descansar más tarde sobre el fondo de tierra firme. Yo recuerdo sin alegría mi estancia durante algunos instantes en el fondo del abismo.

No se comprende que agradase á Rojas esta fraseología culta, porque en diversos dramas suyos, y hasta en escenas de otros, llenas de las faltas indicadas, se presenta como modelo de la expresión más natural, del lenguaje más sencillo y comprensible, y lanza además sus sátiras y burlas contra los gongoristas.

El viento y la lluvia continúan. Necesítanse cinco o seis minutos para llegar al terrado que da a la calle. Bettina se lanza valientemente adelante, con la cabeza baja, oculta debajo de su inmenso paraguas.