United States or Sint Maarten ? Vote for the TOP Country of the Week !


Damas muy distinguidas organizaron sanatorios bajo la égida de la «H. D. G.», y ganaron la cruz de guerra. Los cursos para enfermeras benévolas se dan siempre en el amplio hotel cedido por la señora condesa de los Charmes, en la calle Spontini. Allí está instalado un hospital escolar, donde los peludos son cuidados y mimados.

476 Primero entierran las prendas en cuevas como peludos; y aquellos indios cerdudos, siempre llenos de recelos, en los caballos en pelos se vienen medio desnudos. 477 Para pegar el malón el mejor flete procuran; y como es su arma segura vienen con la lanza sola, y varios pares de bolas atados a la cintura.

Y un inglés, Logan, dice que no son cincuenta mil, sino que esas capas de hielo se fueron echando sobre la tierra como un millón de años hace, y que desde entonces, desde hace un millón de años, están enterrados en la nieve dura los elefantes peludos.

Veíamos hombres rojos como el fuego y negros como la noche, hombres peludos como monos y cuadrúpedos como perros, pigmeos del tamaño de una uña y gigantes más grandes que montañas... Y faunas y floras indescriptibles... Y hombres piedras, hombres árboles, hombres líquidos, hombres gases, hombres luminosos, hombres translúcidos y quebradizos como el cristal...

Un criado les hizo subir la amplia escalera de mármol, y en ella volvió a sorprenderse el torero viendo retablos con imágenes borrosas sobre un fondo dorado, vírgenes corpóreas que parecían labradas a hachazos, con los colores pálidos y el oro moribundo, arrancadas de viejos altares; tapices de un tono suave de hoja seca, orlados de flores y manzanas, unos representando escenas del Calvario, otros llenos de gachós peludos, con cuernos y pezuñas, a los que parecían torear varias señoritas ligeras de ropa.

Viejos con luengas barbas, gorros de piel de cordero y peludos gabanes, permanecían en cuclillas mirando el mar, como fakires en éxtasis. Unos jóvenes tendidos sobre el vientre, con la quijada entre las manos, escuchaban la lectura en alta voz de un camarada.

Hallábase, por tanto, la buena señora ajena enteramente a la presencia del hombre primitivo en su domicilio, cuando aquél se encargó de hacérsela notar en la forma más inconveniente que pudo verse jamás. Una noche, atravesando el corredor de la casa con una bujía en la mano, sintió que dos brazos peludos la agarraban por el cuello, y unas uñas infernales se le clavaban en el rostro.

Los nautas cartagineses bajaban hacia el Sur por las costas de África, trayendo, después de un periplo de varios años, colmillos de elefantes que suspendían de los templos, adornos vistosos, pellejos de hombres peludos y con rabo que debieron ser envolturas de grandes orangutanes.

Así trascendía ello, que mareaba. Del «lecho nupcial», tesoro inapreciable de maderas, bronces, lienzos, sedas, y brocados, y del simbólico boudoir, obra de hadas, que no de mortales, ¡Cristo mío, qué cosas se escribieron!... En fin, hasta para los carruajes ingleses, y para los caballos que habían de arrastrarlos, y para los levitones peludos de los cocheros que habían de conducirlos, hubo jarabe en las plumas, y sahumerios en los incensarios de aquellos ingenios de guardarropía.

En este parage hay pocos ganados y ranchos; pero hay bastante que comer en el campo por lo que se halla en él: como son mulitas, quirquinchos ó peludos &c. De este parage marchamos para la posta de los Desmochados, que dista 8 leguas.