Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 19 de mayo de 2025
Arriba, en la ladera del monte, se conoce todavía, por el color y forma de las rocas, el lugar donde se produjo el desprendimiento; pero resulta inexplicable que un espacio de tan corta dimensión aparente haya podido vomitar en el valle semejante diluvio de piedras.
Todos le encontraban rejuvenecido; veían en él algo nuevo é inexplicable, que animaba sus ojos con el brillo dulce de la adolescencia, que parecía dar más soltura á su cuerpo de hombre de lucha, y le hacía cuidar con mayor esmero del adorno de su persona. Tú mismo decía al médico, te has extrañado de este cambio muchas veces. Es el amor, Luis. Nada como él alegra á los hombres.
Por fin, hizo un último esfuerzo, rompió las tenazas, y Marta sintió con terror inexplicable que tenía sangre en las manos. Recogió los pedazos del instrumento roto y corrió a su cuarto, cayendo sin conocimiento en una silla. Volvió en sí largo rato después.
La criada salió corriendo por el pasillo adelante y Carmencita volvió a posar los ojos, errantes y nublados, sobre el Niño Dios de madera. Ya el niño no miraba a la puerta.... ¿Adónde miraría?... La muchacha, sumida en la insensatez confusa de sus pensamientos, sintió clavársele en el cerebro aquella curiosidad inexplicable, que le dolía como una punzada violenta. ¿Adónde miraba el Niño Jesús?
Cual hadas misteriosas de un ensueño, son la nieve y la rosa de tu encanto que aumentan la porfía de mi empeño; ¡Oh amor inexplicable, bajo el manto de las blancas cenizas de mi sueño entona el himno de su ardiente canto! HERMANOS ESPA
Recordó todas sus pasadas inconsecuencias, la perversidad con que le había retenido, en los primeros tiempos, la inexplicable ternura de las cartas que le escribía para luego mostrarse ante él fría, implacablemente fría; recordó también la escena con Castilla y la extraña presencia de Julio en casa de Charito.
Las explicaciones que Rosalía dio de aquel improvisado lujo no le satisfacían completamente; pero con un esfuerzo de buena voluntad supo admitir el gran economista algunas de ellas. La fe de su religión matrimonial le mandaba creer algo inexplicable, y lo creyó.
Le parecía inexplicable que todo el mundo pasara por aquel rincón del claustro sin advertir el gran dolor de Jesús. Un día, sin poder contenerse, llamó a una monja que era su maestra, se oprimió a ella y le señaló el Cristo. La monja se persignó devotamente. Fíjese, hermana, insistió ella con ansiedad, Jesús parece que grita. Hijita, sí; es por nosotros que pecamos tanto.
Proscribiendo el uso de la inteligencia moderna para la vida moderna, la Iglesia se ha habilitado para continuar explicando los hechos del presente con la inteligencia del pasado, y pudiendo así acuñar verdad obligatoria para sus fieles, con errores, mentiras y absurdos, puede confeccionarles dogmas de fe sobre lo inexplicable, lo desconocido y lo incomprensible, sobre el pasado y el futuro de la existencia humana.
No caeré en herejía replicaba el fraile, que ya hemos dicho que era muy desvergonzado; no caeré en herejía cuando tú no caíste. Nunca mi amistad será más inexplicable que lo fué tu amor. Con esto Doña Blanca exhalaba un suspiro, que tenía su poco de bufido, y se amansaba y se callaba.
Palabra del Dia
Otros Mirando