Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 26 de junio de 2025
ABIND. Ya que no me amáis, señora, Como antes, de amor tan llano, Cual era el de vuestro hermano, Habladme más tierno agora; Decidme lo que sentís, Jarifa hermosa, y creed Que me hacéis mayor merced Cuanto más de mí os servís: Ya pasó el temor cobarde Que la hermandad nos ponía; Habladme, Jarifa mía, Más tierno, así el Cielo os guarde. JARIFA. ¿Qué te tengo de decir?
Cesemos en esto, señora de mi alma, dijo Cervantes, y procuremos recobrar la serenidad del rostro, no sea que doña Guiomar vuelva y sospeche, y celosa os injurie, y en trance me ponga de hacer lo que no quisiera ni cumpliría a mi honra; y habladme de los sucesos de vuestra vida que relatar os falta, y más que esposos enamorados, parezcamos buenos amigos hasta que de esta casa salgamos, y habiendo pasado por la iglesia, a la pobre mía os lleve.
Luego, desfigurando completamente la voz, contestó: ¡Oh! ¡y qué imprudente eres, y á qué terrible prueba me sujetas! Habladme como queráis dijo la duquesa ; yo no puedo evitarlo; soy vuestra esclava. Perdonad, ¡ah! perdonad, señora dijo el duque , pero os amo tanto... ¿Y por qué siendo yo viuda, antes de llegar al punto á que habéis llegado...?
Los guardianes, viendo en él al antiguo diputado, al agitador famoso que en el período de la República se había negado a ser ministro, le llamaban don Fernando, con instintivo respeto. Llamadme Fernando a secas decía con sencillez. Habladme de tú, como yo os hablo. No somos más que hombres.
Dorotea y Montiño se turbaron mucho más. Pero por aquella vez, Dorotea no se irritó. Por el contrario, soltó una alegre carcajada, y dijo: ¿Quién diablos os ha traído aquí? Y llenó la copa, bebió la mitad, y ofreció la copa á Montiño. Montiño la tomó y buscó el sitio donde había puesto sus labios la joven. Habladme con franqueza dijo la Dorotea ; ¿qué habéis visto en mí...? Y se detuvo.
A mí me parece que es la misma de hace siete años, con los mismos cangrejos y todo. Y ¿qué? les digo a mis amigos . Habladme. Dadme noticias. Los académicos, ¿son inmortales todavía? Pío Baroja, ¿sigue siendo un joven escritor? Fulanito, ¿continúa con aquel hermoso porvenir ante él? Y la Fulana y la Zutana y la Mengana, ¿es que son todavía unas jóvenes y hermosas actrices? Habladme de política.
¿Ni vuestro hermano? No le tengo. ¿Ni vuestro amante? Nunca le he tenido. ¡Ah! ¿Qué os sucede? Quisiera saber quién os sigue. No volváis la cara, que sin que la volváis os sobrará acaso tiempo de saberlo. Pero si no es asunto vuestro... ¿Sabéis que sois muy curioso, caballero? ¡Ah!, perdonad: me callaré. No, hablad; hablad. Pero si mis palabras os ofenden... Habladme de lo que queráis.
Preguntóme luego con no ménos amor, si sabia porque estaba allí. Respondí al varon santo, que sin duda por mis pecados. Eso es, hijo mió: ¿pero por qué pecados? habladme sin rezelo. Por mas que me mataba, no atinaba, hasta que la caridad del piadoso inquisidor me dió alguna luz.
Palabra del Dia
Otros Mirando