Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de octubre de 2025


Lo que siento es que las chicas... ¿Qué sucedió? Del comedor habíamos pasado al despacho. Las niñas vinieron vestidas, oyeron voces, se detuvieron junto a la puerta y se enteraron de todo. Como son mayorcitas se harán cargo. Quiá, se abrazaron a su madre... llorando. ¡Figúrate! ¡Tonto! Haberte venido aquí.

De noche nos combates y de dia, En esta vida triste transitoria, Que al tiempo mas florido se desvia. Habiamos de tenerte por espejo, Por regla, por medida, y por consejo.

En su interior éramos siete personas que no habíamos despegado los labios desde que uno de aquellos saltos vino a dejar sin concluir la última cita poética del juez, mi honorable vecino.

» Todas... mientras haya fuerzas para cargar con ellas, hijos míos. » ¡Oh! ¡Es que tenemos más fuerza de la que usted cree! » ; pero el camino es largo de aquí a Ville d'Avray. »Nosotros ya no escuchábamos al jardinero. Habíamos comenzado a hacer nuestra cosecha de flores y sólo nos preocupábamos de cobrar un buen botín en aquel saqueo que debió dejar arruinadas a mariposas y abejas.

¡Una reparación! exclamó el óptimo don Feliciano. ¡Qué más da que la exigieras, rapaz! ¿Se negaría usted a batijse conmigo? preguntó el ayudante con su voz campanuda. ¿A qué habíamos de batirnos? A lo que usted quiera.

Pero los que habíamos recorrido, sobre ser los mas importantes, nos parecian suficientes para juzgar por comparacion del estado general de Suiza en la gran mayoría de los Estados confederados.

Gu-Ly y sus compañeros creyeron encontrar un refugio seguro en la fortaleza. La compañía de desembarco, a las órdenes de uno de los nuestros, los sitió durante una semana con dos cañones que habíamos llevado a tierra. La conducta de nuestros hombres fue admirable; vengaron cumplidamente a su comandante.

Habíamos de pasar este rio, pero los indios estaban defendiendo este paso, y nos hacian tan gran daño, que si no fuera por la providencia de Dios, y la artilleria que se disparaba bien, hubiéramos perecido. Pero le pasamos, y en las naves llegamos á la otra ribera: lo cual visto por los indios, huyeron á meterse en su pueblo, á media legua de allí.

El acuchillado escribano de Pilatos, no causó en nosotros extrañeza, puesto que ya habíamos visto á un personaje de las cruzadas luciendo un descomunal morrión de la milicia nacional, traído por un cabanista. Para muestra, creemos basta con ese ... morrión. Parece imposible que las fisonomías de los pueblos varíen tan en absoluto, mediando entre cortas distancias.

A Dios gracias conocía a mi tía desde hacía mucho. Instalábamonos junto a una mesita, que habíamos colocado cerca de la ventana.

Palabra del Dia

aprietes

Otros Mirando