Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 25 de junio de 2025


Y el brick, sintiendo la fuerza de la brisa, se puso en marcha; sus amplias velas grises se hincharon poco a poco, el viento circuló silbando entre las cuerdas; ya Pempoul, la costa de Treguier, la isla Santa-Ana-Ros-Istam y la torre Blanca, se borraban poco a poco, huían a los ojos de los marineros, que, agrupados en los obenques y en las gavias, con la mirada fija sobre la tierra, parecían saludar a Francia en una última y larga despedida.

Jamás el halcón, rozando el agua con el extremo de su ala, ha volado con tanta rapidez como el hermoso brick, cuando, impulsado por la brisa, sus gavias y sus juanetes izados, se deslizaba por el Océano, de tal modo inclinado, que los extremos de sus vergas bajas desfloraban la cima de las olas. ¡Ciertamente, no hay un brick más hermoso que El Gavilán!

Sin embargo, ya estaba demasiado cerca del paredón para que esto no constituyese un peligro. Al menos don Melchor así lo entendió, porque comenzó a jurar por lo bajo y a mostrarse inquieto. No pudiendo resistir más, a sabiendas de que no le habían de oir, gritó: Aferra las gavias, Domingo. ¿Qué aguardas?

¿Es posible cansarse de verlo recto y ligero sobre el agua, con sus formas esbeltas y estrechas, su alta armadura un poco inclinada hacia atrás, que le da un aire tan coquetón y tan marinero? ¿cómo no admirar su velamen fino y ligero, con sus amplias piezas, sus gavias y sus juanetes tan elegantemente sesgados, y esas barrederas que se despliegan sobre sus flancos graciosas como las alas del cisne, y esos foques elegantes que parecen voltear al extremo de su bauprés, y su línea de veinte carronadas de bronce, que se dibuja blanca y negra como los lados de un juego de damas?

Después echó mano de la bocina: ¡Cada uno a su sitio para largar las gavias y los foques! ¡En línea para largar los juanetes y los contrajuanetes, a aparejar las barrederas altas y las bajas! y vosotros, muchachos, a los remos; si podemos tomar el viento, El Gavilán no tiene nada que temer.

Ciñendo mura babor nos manteníamos, sujetando al barco las gavias bajas, mayor cangreja y trinquetilla; todas las demás velas iban aferradas en sus vergas con dobles tomadores. El barco cada vez trabajaba más, por efecto del fuerte viento y grandes mares que por su dirección nos indicaban que el huracán corría del Nordeste.

Amaneció el 19, que fue para felicísimo, y no había aún amanecido, cuando yo estaba en el alcázar de popa con mi amo, que quiso presenciar la maniobra. Después del baldeo comenzó la operación de. Se izaron las grandes gavias, y el pesado molinete, girando con su agudo chirrido, arrancaba la poderosa áncora del fondo de la bahía.

Hubo muchos que, rodando, se dejaron ir hasta los empalletados, y de allí se arrojaron al mar, preveyendo todo el horror de la suerte que estaba destinada a sus compañeros. Ya se han quedado allí dijo el maestro Durand a Kernok cuando hubo vuelto a bordo. Bien respondió Kernok ; la brisa sopla del Sud. Con esta mesana por vela y los juanetes en lugar de las gavias, podemos continuar la ruta.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando