United States or Burundi ? Vote for the TOP Country of the Week !


Lo demás, trípticos y tablas, espadas y armaduras de los Torreroel de la Reconquista, las riquezas exóticas traídas de las Indias por los virreyes, y los regalos que varios monarcas de Europa habían hecho a sus abuelos, embajadores que dejaron en las cortes más famosas el recuerdo de su fastuosidad principesca, todo había ido desapareciendo después de noches terribles en que la fortuna le volvía la espalda en la mesa de juego, consolándose de su desgracia con juergas estruendosas, de las que hablaba Jerez durante mucho tiempo.

¿No vivía Álava en la calle de Amaniel? preguntó el Rey con una mirada que estuvo á punto de turbarle. Si, señor: allí vivía; pero desde algún tiempo se ha mudado á esta otra casa, que es suya también. Por fortuna, las turbas no han podido realizar su infame designio.

Los que quieren medrar salen del pueblo; allí no hay más ricos que los que heredan o hacen fortuna lejos de la soñolienta Vetusta. «Entre americanos, pasiegos y mayorazguetes fatuos, burdos y grotescos hubiera podido escoger, seguía pensando Ana. Que lo dijera don Frutos Redondo.... Pero además, ¿para qué engañarse a misma?

Otros cohechan, importunan, solicitan, madrugan, ruegan, porfían, y no alcanzan lo que pretenden; y llega otro, y sin saber cómo ni cómo no, se halla con el cargo y oficio que otros muchos pretendieron; y aquí entra y encaja bien el decir que hay buena y mala fortuna en las pretensiones.

El viajero percibió que se trataban de usted, y entonces los examinó con viva atención. El padre Gil se turbó bajo su mirada fija, inquisidora. Por fortuna, a la tercera estación se bajó. Pero todavía, en pie sobre el andén, los seguía saetando con los ojos hasta que el tren se puso en marcha. Ambos guardaron silencio obstinado.

Si la fortuna quería volverle la espalda, sería ya tarde para hacerle sufrir la amargura de su infidelidad. Era tan rico, había llegado tan alto, que estaba á cubierto de toda inquietud.

Estaba en la cama, descoyuntado entre mantas y almohadones. Por verme entrar, me llenó de improperios; detúveme dudando junto a la puerta, y esto fue mi fortuna, porque con la última desvergüenza me arrojó la palmatoria, que se estrelló contra el espejo de un lavabo, a media vara de la cola de mi vestido.

Dia de luto fué para Granada y para Ataide de fortuna excelsa, que ganó, ya muy tarde, gran renombre, favor del Rey, mercedes y nobleza.

dijo Juanita; Carlos ha depositado en mis manos su fortuna. ¡Qué le resta, pues! replicó el anciano; lo que ha hecho Carlos está bien hecho. No quiero nada. Nada pido, sólo ruego al Cielo que devuelva a usted la salud.

Se le habla de una empresa de mucha gravedad para la cual se cuenta con su práctica de mundo, y su inteligencia particular en aquella clase de negocios. D. Nicasio está á disposicion del proponente; no tiene ninguna dificultad en entrar de lleno en la empresa, y hasta en comprometer en ella una parte de su fortuna.