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Actualizado: 20 de junio de 2025
Sentimos vagamente aquella idea que poco antes aplicábamos á todo; que se filtraba por decirlo así en todos nuestros conocimientos; que era como la vida que circulaba y que sentíamos en todas nuestras percepciones; pero ella en sí, en su aislamiento, en su pureza, nos escapa de continuo; mezclada con todas las cosas, vemos que es algo distinto de las cosas; la separamos de una, y se une con otra; hacemos un esfuerzo por incomunicarla con todo lo que no sea ella misma, y entonces el espíritu siente una especie de desfallecimiento, como que todo se desvanece á sus ojos; y á falta de realidades, parece contentarse con nombres, que pronuncia y repite mil veces, como envolviendo en ellos lo poco que le resta de realidad.
Son historias, cosas de su época que pintaron ahí los vidrieros, y cuyo intríngulis se ha perdido, sin que haya cristiano que pueda pillarlo. Y señalaba los ventanales de la segunda nave, por los que se filtraba la luz de la tarde con un tono acaramelado. Mire usted allí prosiguió el perrero . Un señor con capa roja y espada sube por una escalera de cuerda. En la ventana le espera una monja.
Luego se aproximó con aire misterioso para hacerle una nueva revelación. Había visto á un jefe forzar los cajones donde guardaba la señora la ropa blanca, y cómo formaba un paquete con las prendas más finas y gran cantidad de blondas. Ese es, señor dijo de pronto, señalando á un alemán que escribía en el jardín, recibiendo sobre la mesa un rayo oblicuo de sol que se filtraba entre las ramas.
Pero me había dormido con la curiosidad recelosa de conocer de vista la tierra en que voluntariamente acababa de sepultarme; y sintiendo revivir de golpe aquel vehemente deseo al ver un poco de luz que se filtraba por los resquicios de las puertas, levantéme de prisa, lavéme tiritando de frío, envolvíme en el abrigo más espeso de los varios que tenía a mi alcance, y me asomé al mismo balcón a que me había asomado por la noche.
La gran puerta del fondo, cerrada por una verja mohosa, dejaba ver al través de sus vidrios el cerro de enfrente y un grupo de álamos entre dos casitas rojas en lo más hondo de una cañada. Sobre esta puerta abríase un medio punto de vidrios de colores, por el que se filtraba el sol de la tarde, dando a las paredes, a las tumbas, al suelo, las palpitaciones policromas del iris.
En aquel local, donde la luz se filtraba con trabajo al través de unos cristales polvorientos resguardados por toscos barrotes de hierro, donde el olor de las pieles curtidas llegaba a producir náuseas, el viejo Calderón había ido amontonando con mecánica regularidad duro sobre duro, onza sobre onza, hasta formar algunas pilas de millón. Su hijo Julián nada había cambiado.
Palabra del Dia
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