Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de junio de 2025


Lo que es un idiota ese don Pompeyo. No, un complot.... La verdad era que el papel Provisor subía mucho más de lo que podían sus enemigos figurarse.

Cualquiera puede figurarse la respuesta: feliz el mancebo, si en vez de hacerle esa sencilla pregunta no le ocurre al calavera asirle de las narices a través de la rejilla, diciéndole: Retírese usted; la noche está muy fresca, y puede usted atrapar un constipado. Otra noche llama a deshoras a una puerta. ¿Quién? pregunta de allí a un rato un hombre que sale al balcón medio desnudo.

Después de una pausa larga, añadió humildemente: No puede usted figurarse cuánto me disgusta el observar la envidia de D. Narciso. ¿La envidia? preguntó el sacerdote con sorpresa. ¿A quién tiene envidia? A usted, padre, a usted repuso con firmeza la joven. No, hija, no dijo el P. Gil todo azorado. Yo no puedo excitar la envidia de nadie... Soy un pobre clérigo... un miserable pecador...

Mis ideas, señor cura, puede usted figurarse que no son inventadas por , pues son las del catecismo y el Evangelio.

Con el auxilio de las formas dialécticas, traveseaban en demasía los ingenios sutiles y cavilosos; con las formas oratorias se envuelven á menudo los espíritus huecos. Est modus in rebus . La inspiracion. Es un error el figurarse que los grandes pensamientos son hijos del discurso; este, bien empleado, sirve algun tanto para enseñar, pero poco para inventar.

Antes de acostarnos le llamé aparte y le dije confidencialmente: «Pepe, el estanciero y la gente que aquí tiene no me inspiran confianza. Toma mi revólver y mi estoque y hazme el favor de vigilarlos mientras yo duermo tres o cuatro horas. Luego despiértame y yo te velaré a ti otras tres o cuatroNo pueden ustedes figurarse cómo cambió la fisonomía de aquel hombre en un instante.

En cierta época, cuando era joven, al pensar en estas cosas la duda le había atormentado tantas veces con punzadas de remordimiento, si quería figurarse la vida de Jesús, que ya tenía miedo de tales imágenes; huía de ellas, no quería quebraderos de cabeza. «Bastante tenía él en qué pensar». Era un iconoclasta para sus adentros.

El Magistral tuvo que quedarse con Ripamilán, don Víctor, el gobernador, Benítez y otros señores graves. Benítez era joven, pero prefería hacer la digestión sentado y fumando un buen cigarro. Don Víctor se acercó al médico, en el hueco de un balcón y De Pas pudo oír el diálogo que entablaron. ¡Oh! no puede figurarse usted cuánto le debo. ¿A , don Víctor?

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando