Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de junio de 2025


Mientras que Fray Miguel vivía vida contemplativa y obscura, una vida fecunda en acciones maravillosas se había desenvuelto en toda nuestra Península, salvando sus límites y confines, y derramándose con irresistible expansión por el mundo todo.

Y el colmo de la felicidad será que mi elección coincida con tu preferencia, porque no adelantaríamos nada, fíjate bien, si no consiguiera yo llevarte a un matrimonio de amor. MÁXIMO. A la vida tranquila, ejemplar, fecunda, de un hogar dichoso... ELECTRA. ¡Ay, qué preciosidad! ¿Pero merezco yo eso? MÁXIMO. Yo creo que ... Pronto se ha de ver. ELECTRA. ¿Quieres más? MÁXIMO. No, hija: gracias.

Melibea, presa del dolor y de la desesperación, promete seguir á su adorado: se sube á lo más alto de una torre, confiesa su falta á sus padres, les cuenta la muerte de su amante, y se precipita desde ella. No puede negarse fecunda imaginación ni gran talento dramático á autores que forman ese plan, y que, á pesar de su sencillez, lo desenvuelven nada menos que en veintiún actos.

El orador continúa y termina al fin, deseando, como el elocuente ayudante de marina, que Sarrió despierte a la vida del progreso, que salga del letargo en que yace, y que de algún modo se manifieste en su recinto la lucha de las ideas, fecunda siempre, y luzca en su horizonte el sol radiante de la civilización.

Eso llama la atencion del viajero, cautiva sus miradas y le hace respetar una civilizacion que, desarrollándose bajo la influencia de la libertad, demuestra que la grandeza de un pueblo no consiste en la masa de su poblacion nativa y la extension de su territorio, sino en la fecunda energía y la armonía de sus progresos. Ginebra está dividida por el Ródano en dos partes desiguales.

No hago cuestión de nombre; Dios; el sol; el buey Apis; la cabra de Méndez; el budhismo; el mahometismo; el cristianismo; el animismo, etc., todo eso representa a un mismo sentimiento, porque responde a una misma impresión, y si nos es dado elegir, ¿cuál de todas las religiones del mundo nos ofrece una moral más sana, más fecunda, más generosa que nuestra moral cristiana en la fe de Dios?

FRANCISCO BACON, Conde de Verulamio, gran Chancillér de Inglaterra, á los principios del siglo decimoséptimo se manifestó al público como reformador de la Filosofía. Publicó muchas Obras, entre las quales son dos las mas señaladas, es á saber: los nueve libros de la Dignidad y aumento de las Ciencias: y los dos del Nuevo órgano. Publicó tambien la Historia de la vida y de la muerte: la Selva de las Selvas, ó Historia natural en diez centurias: un tratado que intitula Sermones fideles, ó interiora rerum: un libro de Sapientia veterum: la Historia del Reynado de Henrique Séptimo, Rey de Inglaterra, y algunas otras cosas de menor consideracion. No se puede negar que en todo el conjunto de estas Obras hay algunas cosas preciosas, y otras muchas que no lo son tanto; pero juntas descubren un ingenio perspicaz, una imaginacion fecunda, un juicio regular con mucho amor á las novedades, y algun espíritu de singularidad. De Lógica no hizo tratado ninguno; solo manifestó muchas veces la poca solidéz y firmeza de la Dialéctica de las Escuelas. Del sylogismo dice[a]: que pudiendo ser util en la

Hay en ellos un instinto de curiosidad despierta e insaciable, una impaciente avidez de toda luz; y profesando el amor por la instrucción del pueblo con la obsesión de una monomanía gloriosa y fecunda, han hecho de la escuela el quicio más seguro de su prosperidad, y del alma del niño la más cuidada entre las cosas leves y preciosas.

Y en esta fecunda amalgama de pueblos y razas entraban todas las ideas, costumbres y descubrimientos conocidos hasta entonces en la tierra; todas las artes, ciencias, industrias, inventos y cultivos de las antiguas civilizaciones, brotando del choque nuevos descubrimientos y creadoras energías.

Otros, aunque portugueses, alcanzan más gloria y nombradía por sus escritos en castellano, y se cuentan entre nuestros clásicos, como Jorge de Montemayor, Gregorio Silvestre y D. Francisco de Melo. Y otros que, si menos gloriosos, son en España muy conocidos por su laboriosidad fecunda, como Faría y Souza.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando