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Y el cielo se encendía con violentos resplandores de incendio. Verdú reposa en la ancha cama. Sus brazos están extendidos sobre la sábana. Y sus manos son transparentes. Y sus ojos están entornados. Y en su rostro se muestra un sosiego dulce. Verdú respira penosamente. De rato en rato un gemido se escapa de sus labios.

Una noche la vio: le salía al encuentro con los brazos extendidos, las manos abiertas, el rostro alzado al cielo, y profirió esta palabra: «PerdonaLa ilusión fue tan intensa, que el joven se despertó con los ojos bañados en lágrimas.

La noche, pues, del Jueves Santo, después de haber oído un fervorosísimo sermón de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, se visten un hábito acomodado á la tristeza de aquel santo tiempo; y para imitar al Redentor penando, llevan algunos á cuestas cruces muy pesadas; otros se ciñen de agudas espinas la cabeza; quién atadas atrás la manos, va arrastrado por tierra; quién derecho con los brazos extendidos en forma de cruz, los más se azotan ásperamente con terribles disciplinas; cierra la procesión una tropa de niños que de dos en dos llevan los instrumentos de la Pasión del Señor.

En 23 de Junio de 1635 se construyó la fortaleza de Zamboanga, dirigida por el padre jesuita Melchor Vera, quien ya traía los planos extendidos de antemano. D. Sebastián Hurtado de Corcuera sucedió en el Gobierno de las islas á D. Juan Cerezo, que ejercía el cargo interinamente.

Gelarda, muger sumamente devota y piadosa, está enferma de afecto histérico, y no lo conoce. Es este un mal que de ordinario gasta la imaginativa, porque tiene su asiento en aquellos nervios, que extendidos hasta el diafragma y el celebro, sirven para propagar las impresiones de los objetos externos.

Paco Vegallana, Obdulia, Visita y demás gente loca había dicho el Arcipreste se entretienen en cortar helechos, yerbas, ramas de árboles y arrojarlo todo al pozo, y cuando ya llega la hojarasca cerca de la boca... ¡zas! se tiran ellos dentro, primero uno, después otro y a veces dos o tres a un tiempo.... Al mismo Ripamilán, con toda su respetabilidad, le habían hecho descender a aquel agujero, y por cierto que para sacarlo se había necesitado una cuerda.... El Magistral tenía aquel pozo, que no había visto, delante de los ojos, y se figuraba a Mesía dentro de él, sobre las ramas y la yerba con los brazos extendidos ¡esperando la dulce carga del cuerpo mortal de Anita!... ¿Tendría ella tan reprensible condescendencia? ¿Se dejaría echar al pozo?

Encontró allí el derribado pino de enlazadas ramas, pero el trono estaba vacío. Acercose más, y algo que parecía ser un animal asustado, moviose por entre las crujientes ramas del árbol y corriose hacia arriba de los extendidos brazos del caído monarca, y amparándose en algún follaje amigo.

¡Grande es, en efecto, y hermoso y admirable este espectáculo! repliqué. ¿Grande? repitió el Cura; y volvió a contemplarle en todas direcciones con los brazos extendidos, como si quisiera darme de aquel modo la medida de su magnitud.

Dejábase acariciar por la mano distraída de Fernando, pero de pronto huía de él y se arrojaba de cabeza en el regazo de la madre, permaneciendo con los brazos extendidos, cual si pretendiese ser para ella un escudo protector.

Juntáronse luego allí nuestros neófitos en número de ciento y cincuenta, extendidos en buen orden sobre la ribera. En este ínterin vino el Capitán de los Mamalucos, y llamando á un Chiquito que entendía la lengua Guaraní, le preguntó quiénes eran y á qué fin andaban por aquellas costas.