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Actualizado: 19 de mayo de 2025
Aun para el humano derecho, tal juramento no obliga ni engendra perjurio: «Ca el juramento, que es cosa santa dice, si mal no recuerdo, la ley del Rey Sabio no fue establecido para mal facer; mas para las cosas derechas, facer e guardar.» Luego dividió el asunto en dos partes.
El yugo que un hombre se crea con sus malas acciones, engendra el odio en las mayores naturalezas, y el alegre y afectuoso Godfrey Cass se agriaba rápidamente. Crueles tentaciones lo asediaban, pareciendo entrar y salir en su corazón como demonios que habían encontrado en él alojamiento preparado. ¿Qué iba a hacer aquella tarde para pasar el tiempo?
Cuando Mariano llevaba seis meses de aprendizaje con jornal de seis reales, era, ¡cosa rara!, el oficial con quien más simpatizaba Juan Bou. ¿Había entre ellos semejanza grande o disparidad absoluta? No se sabe bien. No se sabe tampoco cuál de estas dos cosas engendra la simpatía.
Poesía puede haber; pero anda muy oculta bajo la dura ley social, que obliga a todos a decir la mitad, cuando mucho, de lo que piensan y de lo que sienten, y que al detener en los labios la expresión pintoresca y enérgica, engendra hábitos de convención elegante y de disimulo académico, a los cuales difícilmente se allana, ni siquiera para remedarlos, una naturaleza artística tan sana, robusta y viril como la de Pereda.
Tan pronto como este lo sabe, recuerda la ofensa recibida, el resentimiento se dispierta en su corazon, al resentimiento sucede la cólera, y la cólera engendra un vivo deseo de venganza. ¿Y porqué dejara de vengarse? ¿No se le ofrece ahora una excelente oportunidad? ¿No será para él un placer el presenciar la desesperacion de su adversario burlado en sus esperanzas, y quizas sumido en la oscuridad, en la desgracia, en la miseria? «Véngate, véngate, le dice en alta voz su corazon; véngate, y que él sepa que te has vengado; dáñale, ya que él te dañó, humíllale, ya que él te humilló; goza tú el cruel pero vivo placer de su desgracia, ya que él se gozó en la tuya.
No es otra la razón de hallar en Fenimore Cooper descripciones de usos y costumbres que parecen plagiadas de la pampa; así, hallamos en los hábitos pastoriles de la América, reproducidos, hasta los trajes, el semblante grave y hospitalidad árabes. Existe, pues, un fondo de poesía que nace de los accidentes naturales del país y de las costumbres excepcionales que engendra.
El concepto de ser es la base de todos los conceptos; desenvuelto de varias maneras engendra las ideas de número y tiempo; las que combinadas con la de extension, constituyen la parte necesaria de todas las ciencias naturales y exactas.
Como en el mundo se nos presentan algunos puntos inmóviles, con respecto á los cuales concebimos las direcciones, se engendra en nuestro ánimo la idea de fijeza de dichos puntos, y con relacion á ellos, y por causa de ellos, nos imaginamos la fijeza, la inmovilidad, como una de las propiedades que distinguen á ese receptáculo ideal que apellidamos espacio.
Nadie penetra como ellas el sentido íntimo de sus frases, ni puede apreciar tan bien la delicadeza nerviosa de su humorismo. Entre el recluta y las criadas se engendra inmediatamente una misteriosa corriente de simpatía, mediante la que el fondo poético de sus corazones y todos los dulces pensamientos y vagas aspiraciones de su espíritu se confunden.
Es necesario que en grandes cantidades llevemos allí nuestra sangre; pero no la sangre anémica que engendra la atmósfera impura de las grandes ciudades, sino la vigorosa que anima y dá energías á nuestros cultivadores para no desmayar en las rudas faenas con que fructifican sus campos, yermos ya de tanto producir.
Palabra del Dia
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