United States or Western Sahara ? Vote for the TOP Country of the Week !


Este sistema tan erróneo como extraño, y en que se confunden palabras tan diversas como sensus y consensus, está defendida con aquella elocuente exageracion que caracteriza al eminente escritor; bien que al lado de la elocuencia se echa de menos la profundidad filosófica.

Su abogado y las personas que estaban cerca acudieron a socorrerla. Se la trasladó al despacho del secretario. Dos médicos del concurso fueron espontáneamente a visitarla. Terminada la prueba, y después de descansar unos minutos, el presidente concedió la palabra al acusador privado. Su discurso fue, como se esperaba, elocuente y sañudo.

Sirva de ejemplo Antonio Vico: yo creo que la mitad de su poder trágico residió en el bosque hirsuto, terriblemente amenazador y elocuente, de sus cejas irritables.

De lo contrario, le acontecerá lo que á Rogerio Chillingworth, cuando un acento más poderoso y elocuente que el suyo despierte las dormidas pasiones de la mujer; entonces le echarán en cara hasta aquel apacible contento, aquella fría imagen de la felicidad que se la hizo creer era la calurosa realidad.

Sólo quedó rellanando su cojín de terciopelo aquel wazir, de labios muy expeditos, que explicó en su elocuente peroración con noble independencia la diferencia extremada que hay de un robo a una conjuración.

Los bosques se enrarecían también al menor contacto del furibundo viento Sur, que ya estaba en plena campaña para secar las panojas y madurar las castañas; los pajarillos enmudecían poco á poco y volaban errantes é indecisos; las noches crecían y los días acortaban; la naturaleza toda anunciaba su letargo del invierno, y no se escuchaba otro sonido de su elocuente lenguaje que el de los secos despojos de su primavera, rodando en confuso torbellino á merced del viento que cada día soplaba más recio.

El centinela comprendió que á un héroe Aquellos huesos frios sustentaron: Sus lágrimas ardientes resbalaron Y su fusil al hombro levantó. ¿Quién es el héroe? preguntó, y un jóven De veinte Mayos é inspirada frente, Doblando la rodilla reverente En discurso elocuente respondió: DISCURSO

Verdad es que el otro no porfió mucho para que pasara, respetando aquellas pudorosas resistencias que lo impedían. Ni ¿para qué pasar? ¿No era preferible la elocuente actitud de la interrogada, a la más terminante de las frases?

Nunca me ha fatigado la flânerie en las calles de Londres; no hay libro más elocuente e instructivo sobre la organización política y social del pueblo inglés. No intento hacer una descripción de lo que en ellas he visto, sentido, porque las páginas se suceden a medida que los recuerdos se agolpan, y tengo ya prisa por dejar la Europa y hundirme en las regiones lejanas de los trópicos.

Pero, concretándose a aquella localidad, ¿quién, entre todos ellos, era bastante rico, bastante abnegado, bastante generoso, y aun bastante elocuente, para aceptar tamaño compromiso con buen éxito, y capaz de abandonar, sin partírsele el alma, la dirección de los propios negocios y las comodidades de su casa? Ni siquiera se puso en tela de juicio: don Simón, y nadie más que él.