United States or Jordan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Palidecimos y nos sentíamos inquietos; al fin, el editor rompió el silencio con un chiste que, por pobre que fuera, recibimos con espontánea alegría. Cesó de repente el canto, y De-Hinchú, con un rápido y diestro movimiento, arrebató chal y seda, y descubrió, durmiendo pacíficamente sobre mi pañuelo, un diminuto arrapiezo.

El hermano mayor es un sér exclusivo de Filipinas, es en las fiestas como si dijéramos, el caballo blanco de nuestros espectáculos, ó el editor responsable sin sueldo de un periódico demagógico en tiempo de los moderados.

¿Oye usted eso? preguntó al editor su amigo. ; es la chiquilla de los estanqueros. ¿Bonita? Un primor. ¿Se convence usted añadió el caballero de que si uno se propusiera buscarlas, encontraría mujeres para el teatro? Hombre, no sea usted niño. Desde que no quién encontró un tenor en una herrería, todo el mundo se maravilla de cualquier voz que escucha en cualquier parte.

Pero esta obra apasionada fue indigna de la credulidad que le dispensó la ignorancia general. Las afirmaciones del editor Bry, que jamás estuvo en las Indias, que imprimió todo cuanto le ofrecían siempre que fuese contra España, y vivió un siglo después del descubrimiento, se aceptaron con el mismo respeto que si fuesen documentos de testigos presenciales.

Era moneda tan corriente entre éstos que sus obras debían estar impregnadas de religión, monarquismo y sublimidad, que cada cual, sin conocerlas, las aplaudía de antemano, con admirable aplomo desde que el editor anunciaba que estaban en prensa.

Me dolía ya la cabeza... Al buen periodista nunca le debe doler la cabeza... ¡Oh, qué placer el de ser redactor! Dejémonos de fárrago, yo no sirvo para él. Vaya un artículo profundo; ojeo el Say y el Smith; de economía política será. Grande artículo me dice el editor, pero, amigo Fígaro, no vuelva usted a hacer otro. ¿Por qué?

Enrique Thomas iba leyéndolos por las calles, devorado su espíritu por una comezón repentina de saber, y luego los vendía, empleando para ello su pintoresca y abundante verbosidad meridional. Su clientela adoraba en él; era simpático, envolvente, inagotable. Jamás tuvo el editor Lachatre un representante igual.

En suma, dudo que hubieran ustedes podido encontrar a otro igual a este tendero pagano entre los cristianos de su clase en San Francisco. Algunas personas más había allí. Un juez de la Audiencia Federal, un oficial superior del Gobierno, un rico comerciante y un editor.

Tambien deberá acordarse de que cuanto posee lo debe á la generosidad de los Monarcas Españoles. Nuestro Señor, &c. No lo hemos hallado en el borrador autógrafo del Señor Azara. El editor Sobre la demarcacion. Exmo. Señor: Asumpcion, 30 de Abril de 1793. Para que llegue á V. E. sin lesion el mapa que he hecho del rio Paraguay, lo al alferez de fragata D. Anselmo Bardaxí, que salió para esa.

El sota editor se había puesto muy serio; a la chica un sudor se le iba y otro se le venía; de pronto, en un momento en que ella alzaba con cierta coquetería una mano para retocarse el peinado, dijo el hombre: Vamos a ver: ¿le parece a usted que se han hecho esos dedos para pegar sellos y contar calderilla?