Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 19 de junio de 2025


We may say further that Lope, with no motive to deceive or shield himself, for he seems to have almost sought to give publicity to his licentiousness, was faithful in the discharge of his religious offices, evincing therein a fervor and devotion quite exemplary.

Allí han nacido, para gloria de las letras y de las ciencias de todo género, naturalistas audaces y pacientes como Saussure y Candolle; jurisconsultos como Burlamaqui; historiadores como Sismondi y Mallet; economistas como Juan B. Say y el mismo Sismondi; hombres de Estado como Necker; literatos como madama Necker, Topffer y Cherbuliez; artistas distinguidos, pensadores filósofos como el inmortal Rousseau!

Dedúcese de aquí, por sentencia y autoridad de Malthus, que no debemos seguir las máximas ni hacer caso alguno de cuantos economistas le precedieron en los siglos XVI, XVII y XVIII, y en el primer tercio del presente. Todos estos economistas no sabían lo que decían, según Malthus; y cuenta que entre ellos están Smith, Say, Storch, Ricardo, Gioja, Mac-Culloch y otras eminencias.

Con las paradojas del Contrato Social se sublevó la Francia; Buenos Aires hizo lo mismo; Voltaire había desacreditado al cristianismo, se desacreditó también en Buenos Aires; Montesquieu distinguió tres poderes, y al punto tres poderes tuvimos nosotros; Benjamín Constant y Bentham anulaban al ejecutivo, nulo de nacimiento se le constituyó allí; Smith y Say predicaban el comercio libre, libre el comercio se repitió.

En el Senado, el ideal de Sarmiento. Desde las altas tribunas, la Cámara parece un campo de nieve. Cabezas blancas por todas partes. Preside León Say, con su insoportable voz de tiple, gangosa y nasal. Ancianos que entran apoyándose en sus bastones y cuyos nombres vuelan por la barra.

Well may we say that he had no declining years, for he never knew rest or realized a decline of his mental faculties.

M. Grévy, no sólo es querido y respetado hoy por todos los republicanos franceses, sino que los partidos extremos, hasta las irascibles duquesas del viejo régimen, tienen por él alta consideración. Gambetta, casi obeso, rubicundo, entrecano, lo acompaña, así como León Say y los ministros. Todos los anteojos se clavan en el grupo, pero la primera mirada es para Gambetta.

Me dolía ya la cabeza... Al buen periodista nunca le debe doler la cabeza... ¡Oh, qué placer el de ser redactor! Dejémonos de fárrago, yo no sirvo para él. Vaya un artículo profundo; ojeo el Say y el Smith; de economía política será. Grande artículo me dice el editor, pero, amigo Fígaro, no vuelva usted a hacer otro. ¿Por qué?

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando