Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de junio de 2025
La protección del gran poeta hubo, sin duda, de ayudarle mucho, cuando á los diez y siete años de edad principió á escribir para el teatro; sus primeros ensayos fueron alabados, consagrándose á su vocación con tal celo, que, durante el espacio comprendido entre 1619 y 1638, se habían representado ya cien comedias suyas . A los treinta y tres años entró en el estado eclesiástico, y poco después fué nombrado notario apostólico de la Inquisición.
No desoía jamás esta clase de ruegos Gracián, que además de eclesiástico bondadoso era médico hábil, y precedido de la coja, llevando tras sí al cleriguito joven que le acompañaba, acometidos cien escalones que conducían a la morada del infeliz matrimonio.
¿Sabe usted dónde se encuentra el convento o colegio del Corazón de María? pregunté a la buena mujer, viendo, al echar una mirada a la calle, que había tres o cuatro edificios de aspecto eclesiástico. No puedo desirle... Pero aguárdeme uté un momentito, que voy a preguntarlo. Se fue calle arriba y entró en una tienda.
Daba consistencia á esta idea el gran interés que el físico, como se decía en aquellos tiempos, manifestó desde el principio por el joven eclesiástico, á quién se apegó como uno de sus feligreses; y á pesar de la reserva natural de aquel, trató de ganarse su amistad y su confianza.
Pero aquel aire era demasiado sutil y frío para que pudiese respirarse con seguridad por mucho tiempo; de consiguiente, el eclesiástico, así como el médico, volvieron á entrar en los límites que permite la iglesia para no caer en herejía.
Iban á venderse los baldíos de Córdoba con grave perjuicio del comun y de los pobres, y los dos cabildos eclesiástico y de ciudad recurrieron al obispo para que lo impidiese. El buen prelado, animado de fervoroso celo, hizo tan eficaces representaciones al rey y á sus ministros, que no se llevó á efecto aquella medida.
Miren este Monseñor, que es pariente nuestro». Y lo rodean con veneración, como si fuese la bandera de la familia; lo llevan del brazo, «Monseñor, por aquí», «Monseñor, por allá»; y el pobre jornalero eclesiástico llegado a obispo parece un sonámbulo, aturdido por tantos cuidados y honores.
Se decía que este sabio anciano era al mismo tiempo el médico y el amigo del joven eclesiástico, cuya salud se había deteriorado mucho últimamente á causa de su abnegación sin límites y su consagración completa á los trabajos y deberes de su sagrado ministerio.
Pensi me refirió cómo, antes de soltar al Cardenal, se trasladó, con el mayor sigilo, a cierto paraje de la provincia toscana y se cercioró de que el secreto que había revelado el gran eclesiástico era una realidad. Después de eso fue puesto en libertad, y, con una escolta que lo garantiera, marchó hasta Cosenza, donde tomó el tren para Roma.
Se diría que madre é hija estaban comunicando su calor vital á la naturaleza medio congelada del joven eclesiástico. Los tres formaban una cadena eléctrica. ¡Ministro! susurró la pequeña Perla. ¿Qué deseas decir, niña? le preguntó el Sr. Dimmesdale. ¿Quieres estar aquí mañana al mediodía con mi madre y conmigo? preguntó Perla.
Palabra del Dia
Otros Mirando