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Actualizado: 16 de junio de 2025


En cuanto al maestro Villalpando, se retractó en público de las veinte y dos proposiciones que le fueron señaladas y se le condenó á estar preso cuatro años en un monasterio sin poder decir misa, y á ser privado de administrar durante su vida los sancionamientos y á pagar 200 ducados y á hacer ciertos ejercicios religiosos....

JUAN. Ahora bien, ¿contentarse ha el señor autor con que yo le adelantados media docena de ducados? Y más, que se tendrá cuidado que no entre gente del pueblo esta noche en mi casa. CHANFALLA. Soy contento; porque yo me fío de la diligencia de vuesa merced y de su buen término.

Cayó la inexperta moza en las garras del gavilán, pero apenas éste satisfizo su capricho, huyó bonitamente el cuerpo, no volviendo á cuidarse más ni de los ducados prometidos ni de la muchacha, que en vano trató de hacerle cumplir su ofrecimiento.

Aquel papel decía: «Cuenta de lo que ha adeudado don Juan Téllez Girón, en las veinte y cuatro horas que ha estado preso en la torre de los Lujanes. »Por alquiler de la habitación alta donde estuvo preso en otro tiempo el rey Francisco, y donde sólo se encierran personas principales, diez ducados.

Con los diez ducados de plata que el buen abad había depositado en su escarcela podría vivir escasamente un mes, pero no doce. Su única esperanza era reunirse cuanto antes á los dos camaradas por quienes sentía el afecto que ellos también le habían mostrado.

El cual, pasando al tercero, preguntó lo que a los otros; el cual, de presto y con mucho desenfado, respondió y dijo: -Yo voy por cinco años a las señoras gurapas por faltarme diez ducados. -Yo daré veinte de muy buena gana -dijo don Quijote- por libraros desa pesadumbre.

Francisco Baçan, autor de danzas, se concertó con la Ciudad en sacar una de espadas con 20 figuras con su panderete un tamboril y unas chapas en precio de 40 ducados y otra intitulada La conquista de las amazonas, por 160 ducados. Luis de Vergara, autor de comedias, concertó con la Ciudad en 14 de Mayo del mismo año por ante Antonio de Alfaro á representar dos autos, en 700 ducados.

Y luego añadió alto, tomando el vale de los mil ducados, y dándoselo al cocinero: Hasta cierto punto me habéis servido bien; seguidme sirviendo y os haré rico. ¡Ah! bastante falta me hace, señor, porque la infame de mi mujer me ha dejado arruinado exclamó Montiño volviendo de una manera tremenda á su pensamiento dominante. Yo haré que prendan á vuestra mujer.

El vestido de 72 ducados que se da a Tomás Pinto, por haber sido ayo de D. Antonio, el enano inglés, me parece que se podría reformar desde luego. El que se le da al destilador, aunque es de los más antiguos, me parece que se reduzca en éste a 80 ducados, y que al primero que entrare se le reforme.

El anciano escudriñaba todo el salón por ver si quedaba todavía alguna cosa olvidada, hasta que al distinguir los retratos meditó un instante y exclamó: Si su señoría quiere dar estas pinturas, le adelantaremos veinte ducados, y, después, si su señoría quiere habitar otro palacio se las ritornaremos por poco más.

Palabra del Dia

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