Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de junio de 2025


Sin embargo, puede ser que esté oculta en algún punto difícil de descubrir, pero, no obstante, bien segura.

Por eso no se atrevía a intentar de nuevo aquella apetecida conversión. Pero cuanto más difícil se le hacía, cuantos más obstáculos encontraba en el camino, más vivos eran sus deseos de lograrla. En las vidas de los santos había visto que jamás se daban por vencidos en su lucha con el pecado.

La marquesa y la generala parecen tratarla como algo sin importancia; estas matronas se atribuyen todo el éxito de la empresa. A ellas irán a parar los honores y las cruces. ¿Qué le parece...? Me es muy difícil contestarle... SITA. ¿Por qué...? LA ENFERMERA. Porque conozco a la condesa de los Charmes, que es mi amiga íntima.

Mira, Rorró: a eso no puedo acostumbrarme, al chocolate malo. ¿Comes algo? Dílo, muchacho, que para eso estás en tu casa. Señora Juana: a ver qué le hace usted a Rodolfo.... ¡Hay que chiquear al niño!... La buena de mi tía, no me dejaba hablar. Suelta de lengua, viva, ingeniosa, era difícil cortarle el hilo una vez que principiaba a hablar.

No llevaba sello alguno de correo y el sobre estaba algo sucio, pero no me fue difícil reconocer la letra de Hop-Sing, mi antiguo amigo. Abrilo apresuradamente y leí lo siguiente: «Distinguido amigo: No si el dador le convendrá para el cargo de diablo en su diario; si esta plaza no es puramente del oficio, creo que reúne todas las cualidades apetecibles.

De estas entrevistas salía Desnoyers malhumorado y sombrío. Sospecho que estamos en una situación falsa dijo una mañana á Argensola ; la vida va á sernos cada vez más penosa. Es difícil permanecer tranquilo, siguiendo la misma existencia de antes, en medio de un pueblo que se bate. El compañero creía lo mismo.

Luego que la hubo bien doctrinado pasó á otra conversación, porque suponía que, dado el estado de ánimo de su amiga, era difícil que aceptase sus enseñanzas. Se necesitaba que trascurriesen algunos días para que se calmase y surtieran efecto. Soledad quería marcharse en seguida para su tierra. No lo consintió su amiga, esperando que la nube se disiparía y vendría la reconciliación.

Quizá hubiera sido difícil encontrar a alguien en la parroquia que no pensara que los fieles que frecuentaban la iglesia todos los domingos del calendario, manifestaban un deseo ávido de estar bien con el Cielo, y de obtener indebidamente una ventaja sobre sus vecinos, un deseo de ser mejores que el común de los mortales, implicando éste una cierta censura para las gentes que, habiendo tenido como ellos padrinos y madrinas, poseían derecho igual al servicio fúnebre.

Cabalmente, la ordenación nos impone deberes más estrechos que a los demás cristianos, y es doblemente difícil que uno de nosotros sea bueno. Y para serlo del modo que requeriría el camino de perfección en que debemos entrar al ordenarnos de sacerdotes, se necesita, aparte de nuestros esfuerzos, que la gracia de Dios nos ayude. Ahí es nada.

Esto hubiera sido la confesión de su menosprecio a la casa de la que, tan generosamente, primero le había amparado a él, y luego a Margarita. En malos pasos habíase metido en aquella ocasión Cervantes. Por agria, torcida y difícil senda había tomado.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando