Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de junio de 2025
Púsome el demonio el aparejo delante los ojos, el cual, como suelen decir, hace al ladrón, y fue que había cabe el fuego un nabo pequeño, larguillo y ruinoso y tal, que por no ser para la olla, debió ser echado allí.
Sea esto verdad o mentira, sin embargo, los hechos quedan en pie, y son: que Poldo debió dejar escapar en medio del delirio de la fiebre parte de su secreto, y que Blair vino a ser el dueño de las pequeñas cartas.
»Me eché mano al bolsillo y lo mismo hizo Magdalena, pero habíamos gastado en flores todo nuestro dinero y no nos quedaba nada. Al darnos cuenta de ello nos miramos los dos con cierto embarazo que la mendiga debió tomar por vacilación, porque continuó diciendo: » ¡Tengan piedad de nosotros!
En tal manera fué y tal priesa nos dimos, que sin duda por esto se debió decir: donde una puerta se cierra, otra se abre. Finalmente, parescíamos tener a destajo la tela de Penélope, pues, cuanto el tejía de día, rompía yo de noche.
Quiso repetir el feroz centauro, pero el hombre se levantó con agilidad y se dió a correr de tan prodigiosa manera, que el segundo garrotazo lo dió en el suelo, y en cuanto al tercero ni lo intentó siquiera. ¡Mal rayo! rugió Piscis. Este rugido debió de llegar a oídos de su feliz amigo, porque algunos segundos después montaba sobre la barandilla y se apeaba bonitamente en la calle.
Por esto, algo debió observar que no fuera de su agrado ni le pareciera conveniente, cuando se negó á dar licencia para órdenes, á un monje llamado don Pedro Pavón, el cual de contínuo demostraba cuántos y grandes eran los deseos que de verse con tales licencias tenía.
Cuando, después de Bahuat, llegó á la nieve hasta entonces inmaculada, no tuvo sólo el gusto de poder hacer observaciones nuevas: debió de entregarse también á la inocente dicha de haber conquistado por fin el rebelde monte.
Pues cuanto á lo de la cerveza, observó Tristán sin inmutarse lo más mínimo, téngase en cuenta que acababa yo de llegar del trabajo en el campo y que apenas empiné el jarro ya le ví el fondo y sin saber cómo lo dejé en seco. Grande debió de ser mi sed.
Profunda debió ser la impresión que esta noticia causó en el ánimo de Asunción, porque no volvió a despegar los labios y siguió escuchando consternada las razones de su amiga, que las amontonaba de un modo incoherente, pero con resolución. El paseo se iba poblando poco a poco.
Y el Dios de doña Bernarda debió oírla, pues su marido marchaba rápidamente hacia la muerte, pero como un convencido, sin retroceder ni sentir miedo, impulsado por aquella llama que le consumía; sin preocuparse de la pérdida de sus fuerzas y de la tos que sonaba como un trueno lejano, arrastrándose pavorosamente por las cavernas de su pecho.
Palabra del Dia
Otros Mirando