United States or Afghanistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


cuya traduccion, mas que libre, puesta al lado, dice así: «El cautivo con gran en aqueste duro mármol, con la uña señaló á Cristo crucificado, siendo esta iglesia mezquita donde lo martirizaron

La semana anterior le habían dado orden de despedir á todos los obreros que, trabajando en la descarga de los buques, profiriesen blasfemias ó se mostrasen interesados en la propaganda de doctrinas impías. ¡Cristo! ¡

Guy tomó las copas riéndose a mandíbula batiente... ¿Y a esto llamas vasos para beber vino de Borgoña, maese Manuel? ... señor... si el señor no se enfada... ¿Y crees que un francés honesto puede beber sangre de Cristo en estos dedales de muñeca? ... no...

Sobre él se erguía un hermoso Cristo de marfil, desfigurado por un faldellín de raso blanco, bordado de lentejuelas, y una cinta anchísima y un amplio lazo que de los pies le colgaba. El reclinatorio era una bella obra de talla del siglo XVI; pero un carpintero del XIX le había añadido para componerlo varios listones de pino, dignos de un barril de aceitunas.

En nombre de Cristo, renuncia a Cristo, y diciendo siempre «no», dice, en realidad, «». Se iba arrebatando con su propia elocuencia. En su entusiasmo oratorio, hasta sintió un escalofrío, y, con voz conmovida, añadió: , es cristiana y voy a probároslo, señores jurados.

Los del Camarote, como hombres que habían tenido que devorar durante muchos meses los insultos del Faro, se desahogaban con verdadera fruición. ¡Santo Cristo de Rodillero, qué cúmulo de insolencias y procacidades! Desde el principio hasta el fin estaba consagrado a escarnecer, a herir y ridiculizar a los socios del Saloncillo.

En el día le hay y no debemos dar pábulo a que se sigan escribiendo novelas en que Cristo, San José y la Virgen y los apóstoles sean protagonistas, cuando no el coro o la comparsa de una acción relativamente insignificante para la historia del mundo, como acontece en la por otra parte bien escrita y celebérrima novela cuyo título es ¿Quo Vadis?

Ese cachorro de Deusto tal vez sea mi jefe. ¡Cristo! ¡Y para esto me expuse á que me rompieran la cabeza cuando al sitio!... Y Pepe ¿qué dice?... Pepe no tiene voluntad. Habla menos que nunca, y á todo lo que ordena su mujer contesta que con la cabeza.

Pero aprovechó poco, porque luego que los vieron desarmados cargaron los bárbaros sobre ellos y hubieran hecho en ellos un grande estrago, hasta no dejar ninguno vivo, si no se hubieran entrado algunos pocos dentro de los fosos; quedaron muchos heridos, y por muchos meses llevaban en el cuerpo las señales del fervor y deseo que fomentaban en sus pechos de verter la sangre por Cristo.

Esto último era lo más probable y lo que más convenía a los planes de Cármenes, el cual desde el domingo de Ramos tenía a punto de terminar una larguísima composición poética en que se cantaba la muerte del ateo felizmente restituido a la fe de Cristo. La oda elegíaca, o elegía a secas, lo que fuera, que Trifón no lo sabía, comenzaba así: ¿Qué me anuncia ese fúnebre lamento...?